La guerra en Ucrania, una crisis con un impacto global sistémico, ha provocado un aumento inmediato de los precios de los alimentos y de la energía. Este incremento del coste de la vida ha sumido en la pobreza desde marzo de 2022 y en solo tres meses a 71 millones de personas en los países en desarrollo, según advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un informe publicado recientemente.
A medida que los tipos de interés suben, existe el riesgo a corto plazo de un rápido aumento de la pobreza provocada por la recesión
A medida que los tipos de interés suben debido a las presiones inflacionistas, existe el riesgo a corto plazo de un rápido aumento de la pobreza provocada por la recesión, que tendrá el efecto de crear un terrible círculo vicioso en las poblaciones más vulnerables», añadió el PNUD.
Para hacer frente a la actual crisis alimentaria mundial, la organización de la ONU explica que «las transferencias monetarias selectivas son una medida más equitativa y rentable que las subvenciones en bloque, ya que benefician principalmente al 40% más pobre de la población».
«Las transferencias monetarias selectivas son una medida más equitativa y rentable que las subvenciones en bloque»
Con este fin, el PNUD instó a la comunidad internacional «para que ayude a los países en desarrollo a crear el espacio fiscal necesario para financiar dichas medidas».
Advierten que «para poder disponer de estos fondos, debería considerarse una moratoria de dos años en los reembolsos de la deuda pública con el fin de ayudar a todos los países en desarrollo, independientemente de su PIB per cápita, a recuperarse de estos impactos (Covid-19 y la guerra de Ucrania).
Este apoyo fomentaría la producción, el suministro y el consumo de productos alimentarios nutritivos, aseguran las agencias de la ONU.