La Comisión Europea presentó el martes, 24 de enero, una iniciativa revisada que establece las medidas a adoptar por los Estados miembros para frenar el declive de los polinizadores de cara a 2030, como la posibilidad de adoptar medidas legales para restringir o prohibir el uso de plaguicidas autorizados si se constata su efecto nocivo sobre las abejas.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, ha considerado que «este declive es realmente preocupante» y que por ello «los polinizadores necesitan protección porque su desaparición provocaría el desmoronamiento de los ecosistemas». También ha recordado que ya desaparece en la UE una de cada tres especies de abejas, mariposas y otros polinizadores.
Los plaguicidas son una de las mayores amenazas para estos insectos, según recoge el comisario, y por ello Bruselas ayudará a garantizar la aplicación de la gestión integrada de plagas y a mejorar los indicadores de riesgo armonizados para reducir los posibles efectos de los plaguicidas autorizados en los polinizadores.
La iniciativa revisada plantea el establecimiento de un sistema de seguimiento exhaustivo en el que ya trabajan la Comisión y los Estados miembros, aunque la recogida sistemática de datos corresponderá a las capitales.
Asimismo, seguirá supervisando las autorizaciones de emergencia concedidas por los Estados miembros para plaguicidas nocivos para los polinizadores y cuando estas no estén justificadas, la Comisión adoptará decisiones que prohíban a los Estados miembro repetirlas.
Otras medidas
Entre otras medidas, Bruselas ha avanzado que finalizará los planes de conservación de las especies de polinizadores amenazadas, identificará los polinizadores típicos de los hábitats protegidos y preparará, junto a los Estados miembros, un proyecto de red de corredores ecológicos.
También prestará también un mayor apoyo a la agricultura respetuosa con los polinizadores en el marco de la PAC y mitigará el impacto del uso de plaguicidas en los polinizadores, por ejemplo, mediante la obligación legal de aplicar una gestión integrada de plagas o métodos de ensayo adicionales para determinar la toxicidad de los plaguicidas.
Los objetivos de la iniciativa para 2030 pasan también por mejorar los hábitats de los polinizadores en las zonas urbanas y hacer frente a los efectos del cambio climático, las especies exóticas invasoras y otras amenazas como los biocidas o la contaminación lumínica.
