El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente está trabajando en la Estrategia Nacional de Regadíos para consolidar una agricultura productiva, eficiente y sostenible. La directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal, Esperanza Orellana, lo explicó en Bruselas, en el taller `Caminos hacia políticas de cambio en agua y agricultura´, organizado por la Comisión Europea y la OCDE, en el que participó.
Durante su intervención, Orellana ha resaltado la «ambiciosa» política de modernización del regadío que impulsa el Ministerio para reducir el consumo de agua y mejorar su eficiencia: «Una política que ha llevado a sustituir el tradicional riego por gravedad por sistemas localizados en 1,5 millones de hectáreas, con lo que se ha conseguido un importante ahorro de agua, cercano al 10% desde el 2004».
En este sentido, aseguró que el regadío es un elemento esencial para la vitalidad de las zonas rurales, ya que donde hay agricultura de regadío, hay población rural joven, industria agroalimentaria y empleo. «En un país como España, en el que las tasas de envejecimiento y despoblamiento del medio rural son muy elevadas, el regadío es sinónimo de vitalidad», apuntó.
Donde hay agricultura de regadío, hay población rural joven, industria agroalimentaria y empleo
Asimismo, destacó la necesidad de seguir avanzando hacia un modelo de agricultura de regadío más responsable climáticamente y más resilente a los efectos del cambio climático.
La directora general también subrayó el papel de la innovación y las tecnologías de información para garantizar la viabilidad de una agricultura de regadío sostenible, y apuntó que el Gobierno «está comprometido en un proceso de digitalización de la agricultura, mediante un plan estatal de Banda Ancha y cobertura satelital, así como una Agenda de Digitalización del Medio Rural».
Finalmente, señaló que las políticas europeas son necesarias, en concreto la Política Agraria Común (PAC), ya que son instrumentos que ayudan a los agricultores a realizar inversiones necesarias para afrontar el reto de la eficiencia en el uso del agua y la adaptación del cambio climático.