Al cierre de la campaña vitivinícola 2018/19, el 31 de julio de este año, el potencial de producción vitícola en nuestro país ascendía a 995.622 hectáreas, lo que supone un ligero descenso del 0,11% (es decir, de 1.106 hectáreas) con respecto a la campaña anterior.
Desde la campaña 2000/01 la caída ha sido de 220.385 hectáreas, con descensos en todas las Comunidades Autónomas salvo en La Rioja, Galicia, Baleares y País Vasco. La reducción en Castilla-La Mancha en ese periodo fue de 93.500 hectáreas, el 42,4% de la caída total.
Son datos recogidos en el avance del informe de potencial de producción vitícola en España a 31 de julio de 2019 publicado por el Ministerio de Agricultura. En él se recuerda que el potencial vitícola está compuesto no solo por la superficie plantada de viñedo, sino también por los antiguos derechos de plantación que aún están en manos de productores y no se han transformado en autorizaciones, las resoluciones de arranque concedidas no incluidas en una autorización de replantación concedida y, por último, por los tres tipos de autorizaciones existentes: las procedentes del arranque de superficie vitícola, las de reconversiones de derechos de plantación de viñedo del sistema anterior y las nuevas autorizaciones que se otorgan cada año.
La superficie plantada representa el 95,4% del potencial. En total 950.077 hectáreas, 5.299 menos que en la campaña anterior (-0,55%). Desde la campaña 2000/01 la reducción es de casi 175.000 hectáreas, con descensos sobre todo en Madrid, Canarias, Murcia y Asturias.
El avance del Ministerio destaca, por último, que los antiguos derechos de plantación que aún no se habían convertido en autorizaciones a 31 de julio de este año suman una superficie de 10.531 hectáreas (4.087 menos que un año antes).
Además, añade que la distribución por fecha de caducidad de los derechos sin convertir en autorizaciones a 31 de julio de 2019 muestra que aproximadamente el 50% de los derechos sin convertir caducarán en 2023.