El precio del trigo no tendría por qué situarse por encima del nivel que registra actualmente, según los autores del último informe Cyclope, publicado el 8 de junio, que no descartan una moderación del mismo. Subrayan que el principal exportador mundial de trigo es Rusia y este país “necesita visceralmente exportar materias primas”, sobre todo teniendo en cuenta que las previsiones de cosecha rusa para 2022 “son buenas”.
Esto es lo que afirmó François Luguenot, analista de mercados cerealistas, durante la presentación del informe, una publicación anual que elabora cada año el Círculo Cyclope, que reúne a expertos en los mercados mundiales de materias primas. Luguenot añadió que en Australia las previsiones son “excelentes” y que ambos países compensarán la reducción de la producción que se espera en la India y en Estados Unidos.
El problema del mercado del trigo en esta coyuntura marcada por la guerra de Ucrania, añadió, “no es un déficit de cantidad, sino de la capacidad de los países para pagarlo”. Túnez, por ejemplo, no ha recuperado todavía las cifras de turistas previas a la pandemia, Marruecos solo exporta fosfatos y el presupuesto de Egipto va mermando debido a las subvenciones al pan.
En cuanto al mercado del maíz “no está tanto determinado por la oferta (es decir, por la ausencia de Ucrania) como por la incógnita de la demanda china. Todo depende de si Pekín comprará 2 millones de toneladas de maíz en el mercado mundial o 15 millones de toneladas, y eso no se sabe”. Los motivos por los que China importa tantos cereales (62 millones de toneladas en 2021) “siguen siendo oscuros”.