Cooperativas Agro-alimentarias y COAG confían en que los precios den señales de recuperación en las próximas semanas después de la tercera licitación de almacenamiento privado de aceite de oliva, que permitirá retirar del mercado una cantidad de producto significativa.
Ambas organizaciones han vinculado el mejor resultado de esta última operación con la disposición de los operadores a aceptar almacenar producto incluso a cambio de una ayuda económica inferior a la que esperaban recibir inicialmente.
Cabe recordar que en la tercera licitación celebrada para fijar el importe de la ayuda al almacenamiento privado de aceite de oliva se aceptaron ofertas por un volumen de 149.630 toneladas, con una ayuda máxima de 0,88 euros por tonelada y día para todas las categorías de aceite. De esta forma, la cifra se acera a las 20.000 toneladas que desde el sector calculan que hace falta sacar del mercado para que la media haga efecto.
El responsable del área de aceite de Cooperativas, Rafael Sánchez de Puerta, ha explicado que «después de lo que vimos en la primera y la segunda licitación, ha primado la necesidad de retirar volumen porque el objetivo es que los precios mejoren y, no tanto, conseguir una ayuda por esa inmovilización» y ha recordado que el mal resultado de las dos primeras licitaciones no sirvió para recuperar los precios y acabó perjudicando al sector.
Para Sánchez de Puerta la meta debería ser que los precios en origen del aceite superen los dos euros en adelante; actualmente el lampante ronda los 1,7 euros.
También ha destacado el esfuerzo del sector para aceptar almacenar por 0,88 euros por tonelada y día, lejos de los 1,3 euros que la Comisión Europea colocó como precio de corte la última vez que se activó el almacenamiento privado en 2011.
Sobre este asunto ha añadido que «ha habido una confusión enorme desde el principio, ya que las autoridades lanzaron un mensaje equivocado al decir que no había limites de presupuesto ni de cantidad. Sin embargo, la realidad ha demostrado que había un presupuesto muy ajustado y Bruselas ha jugado a que bajásemos».
Las dos primeras licitaciones fueron «una tomadura» de pelo a los olivareros
Por su parte, su homólogo en COAG, Juan Luis Ávila, ha considerado que el sector «siempre» ha querido que este mecanismo funcionara y se ha mostrado dispuesto a retirar una parte importante de producción, mientras que la CE «no ha estado a la altura».
A su juicio, por este motivo las dos primeras licitaciones fueron «una tomadura» de pelo a los olivareros y solo han llegado resultados cuando los operadores han aceptado una ayuda económica por dicha retirada «que está por debajo» de lo que preveían inicialmente.