El índice de precios de los alimentos que elabora la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recoge que los precios mundiales de los aceites vegetales disminuyeron un 9,8% menos respecto a mayo, marcando el nivel más bajo en cuatro meses. En concreto, se situaron en un promedio de 157,5 puntos en junio. Esta importante caída intermensual refleja principalmente el descenso de los precios de los aceites de palma, soja y girasol.
La FAO explica que tras aumentar por 12 meses consecutivos, en junio retrocedieron las cotizaciones internacionales del aceite de palma, influenciadas principalmente por el posible aumento estacional de la producción en los principales países productores y la ausencia de demanda de nuevas importaciones. Además, la debilidad de la demanda mundial de importaciones también ejerció una presión a la baja sobre los precios de los aceites de soja y girasol, indica la organización.
En el caso del aceite de soja, las expectativas de una demanda menor de lo previsto anteriormente por parte de los productores de biodiésel de los Estados Unidos de América deprimieron aún más los precios.
Por el contrario, las cotizaciones internacionales del aceite de colza resistieron la tendencia general a la baja de los precios de los aceites vegetales, sustentadas por las perspectivas de recuperación de la demanda en la Unión Europea al relajarse las medidas de confinamiento.
Los precios mundiales de los alimentos
El índice de precios de los alimentos que elabora la FAO registró un promedio de 124,6 puntos en junio, es decir, un 2,5% menos que en mayo y un 33,9% más que en el mismo período del año pasado. El descenso de junio constituyó la primera caída del índice tras 12 aumentos mensuales consecutivos.
Este descenso se debió a la disminución de los precios de los aceites vegetales, los cereales y, en menor medida, los productos lácteos, que compensaron con creces el aumento general de las cotizaciones de la carne y el azúcar.