Se afirma que la realidad supera a veces a la ficción. Y ahora, por la época en la que nos encontramos, también habría que decir que la realidad supera a los carnavales. Atención al siguiente ejemplo. Luis Planas, que es miembro de este Gobierno, y por eso responsable de las iniciativas que ha tomado, como la Ley del “sí es sí”, la reforma del aborto, la ley trans, que permite el cambio de sexo a temprana edad, o la que ha dejado al Estado desarmado frente a intentos de sedición, es también responsable, en este caso directo, de no haber convocado durante los últimos veinte meses el Observatorio de la Cadena Alimentaria.
Repito, por si no ha quedado suficientemente claro: la última vez que se reunió este Observatorio, recogido en la Ley de la Cadena Alimentaria, de la que tanto presume el titular de la cartera de Agricultura, fue el 2 de julio de 2021, justo cuando comenzaron a subir los precios de los alimentos. Desde esa fecha hasta ahora, los precios de productos básicos de la cesta de la compra se han disparado, mientras Planas miraba para otro lado, como si la cosa no fuese con él. Vamos a ver, si existe un Observatorio encargado de vigilar los precios, tanto en origen como en destino, es decir, a lo largo de la cadena alimentaria, y este no se reúne cuando la inflación ha registrado los incrementos más importantes de lo que llevamos de siglo, ¿para qué sirven ese Observatorio, la Ley de la Cadena y el propio ministro de Agricultura?
Pero haya calma, tranquilidad, sosiego y reposo, que casi veinte meses después de que surgiese este problema, Luis Planas se ha enterado de que “Atocha, tenemos un problema”, y se ha sacudido su galbana y su modorra. Ha tardado, pero se ha enterado de que hay un problema. Y se ha puesto manos a la obra, es un decir, y el miércoles pasado anunció que convocaba para este lunes una reunión extraordinaria y urgente del Pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria. Y, ¿qué se va a hacer en ese encuentro? Pues su propio nombre lo indica: observar, observar y observar. El que espere medidas concretas lo lleva claro.
Planas, primero observará, luego saldrá ante los medios de comunicación para darse autobombo, propagandear y transmitir la idea de que está haciendo algo. Vamos, otra operación de imagen, a la que tan dados son tanto Pedro Sánchez como sus ministros. Y, luego, pues habrá que esperar a ver qué resulta de las peleas internas del Ejecutivo entre los socialistas, los de Podemos y la tercera vía de Yo-Yolanda Díaz, que siguen con su espectáculo, también en esto de los precios de los alimentos y más en estos tiempos de carnaval. Algo nada extraño en este Gobierno, que se rige, no hay que olvidarlo, por el principio de “la colegialidad y consecuente responsabilidad solidaria de sus miembros”. Y, para carnaval, en sentido figurado, el que nos espera dentro de una semana cuando aparezcan los nuevos importes de las ayudas de la PAC y la mayoría de los beneficiarios compruebe el recorte que sufrirán gracias a Planas y sus mariachis. ¡Carnaval, carnaval..!
