El índice de precios de los cereales de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se situó en un promedio de 147 puntos en febrero, lo que supone un ligero descenso del 0,1% respecto a enero y un 1,4% más que hace un año.
Tras caer durante tres meses consecutivos, los precios del trigo aumentaron ligeramente (un 0,3%) en febrero. «Esta tendencia reflejó principalmente las preocupaciones actuales sobre las condiciones de sequía en zonas importantes de producción en Estados Unidos y una robusta demanda de suministros de Australia; al mismo tiempo, la fuerte competencia entre exportadores ayudó a limitar los incrementos de precios», recoge la FAO.
Respecto a los precios mundiales del maíz, registraron una subida de un mes a otro de solo el 0,1%. Esto se debió al empeoramiento de las condiciones en Argentina y los retrasos en la plantación de la segunda cosecha de maíz.
Por el contrario, los precios mundiales del sorgo, entre otros cereales secundarios, registraron una tendencia ligeramente a la baja (un 0,2%) y los precios de la cebada descendieron un 0,9% en febrero, lo cual se atribuye principalmente a una mayor disponibilidad estacional en el hemisferio sur. Los precios del arroz bajaron un 1%, debido a la ralentización de las actividades comerciales en los principales exportadores asiáticos.
Los precios mundiales de los alimentos cayeron, de nuevo, en febrero
El índice de precios de los alimentos que elabora la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registró un promedio de 129,8 puntos en febrero, un 0,6% menos que en enero, continuando así la tendencia a la baja por undécimo mes consecutivo.
Este ligero descenso reflejó caídas significativas de los precios de los aceites vegetales y los productos lácteos, junto con índices ligeramente más bajos de las cotizaciones de los cereales y la carne, que compensaron con creces un pronunciado aumento de los precios del azúcar.