Los fabricantes europeos de fertilizantes, agrupados en Fertilizers Europe, consideran que las medidas que la Comisión Europea ha planteado para hacer frente a la subida de los precios de la energía no resuelven la crisis actual, ya que, más bien son un compendio de opciones ya disponibles a las que pueden recurrir los Estados miembros para ayudar a los sectores más afectados.
La asociación considera crucial acciones de urgencia para evitar el impacto en la cadena alimentaria y otras cadenas de valor al tiempo que se permita a la industria de los fertilizantes seguir invirtiendo en tecnologías bajas en carbono.
La fabricación de abonos no es rentable, lo que provoca el cierre de plantas en Europa
Los fabricantes subrayan que se están viendo muy afectados por los precios disparados del gas, que representa en torno al 80% de sus costes de producción, un porcentaje que va en aumento. Con los niveles actuales, apuntan que la fabricación de abonos no es rentable, lo que provoca el cierre de plantas en Europa. Si la situación no se corrige, anuncian, se corre el riesgo de que los cierres temporales se conviertan en permanentes o que se deslocalicen fábricas fuera de la Unión Europea.
La subida del gas conduce a una disminución de la producción de fertilizantes, a mayores costes de producción para los agricultores y a unos precios más altos de los alimentos
Sus responsables recuerdan que la subida del gas conduce a una disminución de la producción de fertilizantes, a mayores costes de producción para los agricultores y a unos precios más altos de los alimentos. Asimismo, aseguran que la industria de fertilizantes es proveedora también de productos para otros sectores, como el CO2 utilizado en las industrias de la carne y las bebidas.
Entre las medidas que Fertilisers Europe considera necesaria de manera urgente figuran apoyos a los agricultores para afrontar la volatilidad de este mercado y presión sobre los países proveedores de gas de Europa.
