Las organizaciones agrarias (OPAS) han manifestado su decepción por el acuerdo alcanzado en la Cumbre Europea sobre el presupuesto comunitario 2021-27 en lo que respecta a la partida destinada a la PAC, que sufre un recorte respecto al actual período 2014-2020. Estiman esa reducción de fondos entre un 10% y un 12%.
ASAJA: un año entero de pagos directos
Según ASAJA, pasar de los 383.000 millones de euros del período actual a 343.900 millones en el próximo equivale a perder un año entero de pagos directos de la PAC en España.
Su presidente, Pedro Barato, ha señalado que “pese a que el presidente del Gobierno defendió que no aceptaría un presupuesto inferior al actual, la realidad es que el recorte es más que evidente y Sánchez habla de resultado exitoso y de acuerdo histórico cuando los agricultores y ganaderos van a perder cerca de 5.000 millones de euros durante el nuevo periodo”.
En concreto, serían unos 4.740 millones. La organización precisa que, aunque no se dispone del reparto por países, teniendo en cuenta el peso de España en los fondos agrícolas de la UE (más del 13% en primer pilar y un 8,5% en desarrollo rural), podríamos llegar a perder ese montante en el conjunto del período.
COAG: difícil afrontar retos como los del Pacto Verde
La COAG denuncia que el acuerdo alcanzado por los líderes europeos recoja un recorte en términos reales del 12% para los fondos agrícolas, lo que “dificulta afrontar las mayores exigencias del Pacto Verde y la creciente competencia desleal de las importaciones (…) que no cumplen con los estándares de calidad, seguridad alimentaria, respeto al medio ambiente y bienestar animal de la UE, y caldo de cultivo para la competencia desleal y la presión a la baja de los precios en el campo”.
La organización subraya que el carácter esencial del sector agrario no tiene su reflejo en este presupuesto para el período 2021-27 y estima que la agricultura española sufrirá una pérdida anual del poder adquisitivo de las ayudas de 800 millones de euros.
De acuerdo con sus cálculos, la pérdida anual a nivel comunitario respecto al período actual ascendería a 6.700 millones de euros, de los que 804 millones corresponderían a España, dado que la participación de nuestro país en los fondos agrarios es del 12%. “A todo ello se suma el recorte del 50% en los fondos New Generation, que se incluyen en la partida de desarrollo rural para afrontar la transición verde de Europa. Esta partida pasa de los 15.000 millones que recogía la propuesta de partida de la Comisión Europea a los 7.500 finalmente aprobados”.
UPA: sensación agridulce
La Unión de Pequeños Agricultores ha hablado de “sensación agridulce”, ya que “a la satisfacción por que Europa dé una respuesta a la crisis provocada por la pandemia de forma unida y coordinada, se contrapone el malestar por confirmarse los recortes en las ayudas al campo”, que la organización estima en un 10% para el conjunto del período 2021-27.
La organización apunta que ahora “hay que mirar más allá de las cifras, y diseñar ahora un reparto más justo y más social de los fondos que lleguen de Europa. La pelota estará ahora en el tejado de los Estados Miembros, que deberán definir un Plan Estratégico que articule un esquema de ayudas que siente las bases de futuro para la agricultura y la ganadería españolas”.
En ese reparto, UPA cree que es fundamental que se rebaje el techo de ayudas por explotación y que se quiten las ayudas a los sectores que no lo necesitan, como las producciones superintensivas, y se destinen a apoyar a los que sí requieren de ayudas para salir adelante. Además, la organización pedirá que los montantes del fondo de recuperación que lleguen a España se destinen también a los sectores que peor lo están pasando por el Covid-19.
Unión de Uniones: no hay equilibrio
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos lamenta que se haya confirmado el recorte a la Política Agraria Común que se venía vislumbrando, en el marco de un Marco Financiero Plurianual que, sin embargo, contempla un importante esfuerzo en otras políticas europeas.
Esta organización considera que “no es equilibrado que de los 750.000 millones de euros del fondo Next Generation UE (el fondo de recuperación) se destine sólo un 1% para la agricultura y la ganadería” y también critica que el nivel de exigencia a la PAC para objetivos ambientales y climáticos sea mayor (40% del presupuesto) que para el conjunto de todas las políticas europeas (30% del presupuesto).
En su opinión, estas cifras reafirman la necesidad de que el Plan Estratégico Nacional de la PAC tenga en consideración al agricultor y ganadero profesional para definir al genuino como beneficiario de las ayudas directas y que se incluyan mecanismos de redistribución de las mismas, para evitar que el 5% de los perceptores sigan cobrando el 50% de todos los pagos directos.