En el marco de la revisión a medio camino del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 de la UE, que la Comisión Europea ha iniciado con un año de adelanto, Bruselas propuso hace unos días a los Estados miembros un incremento del presupuesto de 65.800 millones de euros.
Esos fondos se destinarán a ayudar a Ucrania, a gestionar las migraciones y a invertir en tecnologías estratégicas para Europa, pero no para reforzar el presupuesto de la PAC, que, sin embargo, se ha visto muy afectado por la inflación.
Los fondos no se utilizará par reforzar el presupuesto de la PAC
Según un análisis que el grupo de expertos Farm Europe publicó ya el pasado mes de octubre, el valor del presupuesto de la PAC disminuirá en un total de 84.570 millones de euros en términos reales a lo largo del período 2021-2027 con respecto a 2020 a causa de la inflación.
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, ha defendido en diversas ocasiones en los últimos meses un incremento del presupuesto de la PAC con el fin de compensar esa reducción. A la vista está que no se le ha escuchado.
Prioridades de la CE
La Comisión Europea se centra en tres prioridades. La mayor parte de esos fondos adicionales se destinarían a la creación de una reserva financiera de 50.000 millones de euros para ayudar a Ucrania (33.000 millones de euros en préstamos y 17.000 millones en subvenciones).
También se prevé una partida de 15.000 millones suplementarios para abordar las dimensiones internas y externas de la migración, así como las necesidades derivadas de las consecuencias mundiales de la guerra de agresión de Rusia en Ucrania y para fortalecer las asociaciones con terceros países clave.
Por último, para “preservar la competitividad y la soberanía económica europea” propone la creación de una plataforma de tecnologías estratégicas para Europa, dotada con un presupuesto de 10.000 millones de euros, con el fin de desarrollar las tecnologías denominadas críticas, tales como la tecnología digital profunda o “deep-tech” (informática cuántica, 5G, inteligencia artificial), las tecnologías limpias (almacenamiento de electricidad, carburantes alternativos, captación de CO2, hidrógeno y también purificación o desalación del agua) y la biotecnología (biomoléculas, productos farmacéuticos, tecnologías médicas).
