El año que acaba de comenzar estará marcado por la aplicación del nuevo régimen de pagos directos de la PAC y también por la nueva política de desarrollo rural.
En lo que respecta a las ayudas, se trata de un esquema complejo que podría dar lugar a un porcentaje de errores en los gastos superior al habitual, por lo que tanto los Estados miembros como las organizaciones agrarias han pedido a Bruselas cierta tolerancia.
Este asunto está ligado con la simplificación de las normas que ha anunciado el comisario de Agricultura, Phil Hogan. Según él, ha identificado cuatro ámbitos en los que se puede realizar este ejercicio y uno de ellos es el de las ayudas directas y, en particular, las medidas de reverdecimiento, que se revisarán tras este primer año de aplicación.
En la agenda de Bruselas para este año figuran también las negociaciones sobre el futuro del sector lácteo, una vez desaparecidas las cuotas, aunque los Estados miembros mantienen posturas muy divergentes al respecto.
Están abiertas otras discusiones, como la revisión de la legislación sobre agricultura ecológica, las propuestas en materia de sanidad animal y vegetal y los transgénicos, ya que la Comisión quiere revisar el procedimiento de decisión para la autorización de nuevos organismos modificados genéticamente.
Otros asuntos importantes son el impacto del embargo ruso sobre las producciones agrarias europeas y las negociaciones comerciales con países terceros, así como las que se llevan a cabo en el seno de la Organización Mundial del Comercio.
