En su informe del mes de marzo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) revisó a la baja en 1,7 millones de toneladas su previsión anterior sobre producción mundial de cereales 2023/24, que sitúa ahora en 2.294,1 millones de toneladas.
En concreto, en el caso de los cereales secundarios el USDA ha revisado a la baja la producción mundial en 2,6 millones de toneladas, con lo que se espera una cosecha de 1.507,4 millones de toneladas, (frente a los 1.446 millones de toneladas de la campaña 2022/2023). Ucrania es uno de los países responsables de este descenso, ya que se estima una producción de 36,6 millones de toneladas, 1 millón de toneladas menos que en el informe del mes pasado.
Asimismo, hay que destacar que dentro de los cereales secundarios el USDA ha revisado a la baja la cosecha mundial de cebada en 142,2 millones de toneladas, es decir, 560.000 toneladas menos. La de avena se mantiene prácticamente sin cambios en 19,4 millones de toneladas y la cosecha mundial de sorgo aumenta ligeramente 140.000 toneladas (59,7 millones de toneladas). En cuanto al maíz, el USDA ha revisado a la baja en 2,3 millones de toneladas su previsión anterior, con lo que ahora apunta a 1.230,2 millones de toneladas.
Las previsiones de producción de trigo aumentan
En lo que respecta al trigo, el USDA espera que se alcancen los 786,7 millones de toneladas (960.000 toneladas más que lo previsto en febrero), frente a los 789,17 millones de toneladas de la campaña 2022/2023. En Rusia, el USDA prevé una producción de trigo de 91,5 millones de toneladas, es decir, 500.000 toneladas más que en el mes de febrero. También aumenta la producción de trigo en Argentina 400.000 toneladas y se sitúa en 15,9 millones de toneladas. Sin embargo, baja en la Unión Europea 350.000 toneladas, situándose en 133,6 millones de toneladas.
Consumos y stocks finales
En lo que respecta a los consumos, el USDA prevé un aumento del uso de trigo de 1,4 millón de toneladas respecto a la previsión de febrero, con lo que se situaría en 798,9 millones de toneladas. Por el contrario, el uso de los cereales secundarios baja 930.000 toneladas y se sitúa en 1.492,6 millones de toneladas. Por último, los stocks finales de cereales secundarios bajan en 2,3 millones de toneladas y los de trigo también bajan 610.000 toneladas.