La producción mundial de cereales (sin contar el arroz) podría volver a superar con creces los 2.000 millones de toneladas en la próxima campaña 2019/2020, según las primeras previsiones lanzadas por el Consejo Internacional de Cereales (CIC). En su informe de finales de marzo apunta a un volumen de 2.175 millones de toneladas, un 2,4% más que en la campaña actual, con incrementos tanto en trigo como en maíz y cebada.
El CIC apunta, sin embargo, que las disponibilidades globales se mantendrían prácticamente estables (en 2.779 millones de toneladas, una cifra muy similar a la estimada para 2018/19, de 2.773 millones) debido a que el stock inicial de campaña será más corto. En cuanto a la demanda, el CIC espera una cifra récord de 2.204 millones de toneladas (+1,6% respecto a la presente campaña), con incrementos tanto en el consumo de grano en alimentación animal (985 millones de toneladas; +1,2%), como humano (723 millones; +1,6%) y para usos industriales (375 millones de toneladas; +1,7%).
En lo que respecta a la campaña actual, el CIC ha revisado al alza su estimación anterior de producción mundial debido al incremento de las cifras correspondientes al maíz y ha recortado la de consumo.
Soja: un consumo igual a la producción
Las perspectivas de producción mundial de soja para 2019/20, muy preliminares, apuntan a que se mantendrá estable respecto a la actual, en 359 millones de toneladas. El consumo podría crecer en un 2,1%, hasta los 359 millones de toneladas, la misma cifra de producción. Sin embargo, el stock final de campaña variará poco ya que, según las previsiones, las existencias al comienzo de la misma serán algo más elevadas.
Esos 359 millones de toneladas estimados en la presente campaña 2018/19 suponen un volumen récord y se debe a las buenas cosechas en Estados Unidos y Argentina, que compensan con creces la caída en Brasil.
La producción de arroz podría crecer en un 1%
En lo que respecta al arroz, el CIC avanza que en 2019/20 la producción podría crecer en un 1%, hasta los 505 millones de toneladas, con lo que se batiría un nuevo récord, mientras que la demanda podría incrementarse el 1,2%, hasta los 499 millones de toneladas, una cifra también histórica. Se trata, también en este caso, de avances muy preliminares.