Las proyecciones de la Comisión Europea de cara a la campaña de cereales 2024/25 apuntan a un aumento de la producción comunitaria del 3% respecto a la campaña actual, con lo que se llegaría a los 278,4 millones de toneladas. El incremento se debería principalmente al aumento de la producción de maíz, derivado de una mayor superficie, y a la mejora de rendimientos que se espera en el caso de la cebada y del trigo duro. Para el trigo blando se estima una disminución de la superficie por las difíciles condiciones meteorológicas durante la época de siembra en distintas zonas productoras de la UE.
En lo que respecta al consumo, la Comisión estima que se mantendrá bastante estable con respecto a la actual campaña 2023/24. En su último informe sobre perspectivas de los mercados a corto plazo, se refiere a la demanda de la presente campaña, que crecerá ligeramente respecto a la anterior (255,062 millones de toneladas) a pesar de que el volumen destinado a alimentación animal crecerá apenas un 0,3%; esa evolución refleja, según Bruselas, el estancamiento de la producción animal de la UE prevista para 2023/24 a pesar de que los precios de los cereales son más bajos y a que la producción disponible es mayor que en 2022/23 (266,712 millones de toneladas).
En cuanto al comercio, la mejora de la producción y unas existencias iniciales relativamente altas permitirán disponer de un mayor volumen de grano para exportar en 2024/25. En la actual campaña 2023/24 las importaciones se situarán un 17% por encima de la media de las cinco últimas.
Presión en el margen de los productores
En su informe sobre perspectivas de los mercados agrarios a corto plazo, la Comisión Europea hace una referencia a los precios de los cereales. Constata que continúan a la baja y que se encuentran actualmente por debajo de la media de los cinco últimos años. Esta evolución, combinada con unos precios de los insumos todavía elevados, sigue ejerciendo presión sobre los márgenes de los productores.