La producción española de melocotón, paraguayo, pavía y nectarina podría situarse este año en 1,54 millones de toneladas, lo que supondría un incremento del 49,91% respecto a la corta cosecha obtenida el año pasado, la más baja en 10 años. Estas son las previsiones que, con mucha cautela, ha lanzado Cooperativas Agro-alimentarias, que hace unos días participó en el Foro Europech, junto con representantes del sector de Italia, Francia y Grecia.
Todos coincidieron en señalar las dificultades para elaborar una previsión de cosecha, dadas las circunstancias climatológicas que atraviesan las principales regiones productoras, con una fuerte sequía en algunas e importantes inundaciones en otras. De hecho, las cifras se actualizarán a mediados de junio, cuando se vea más claramente el impacto de ambos fenómenos.
Las cooperativas subrayan que en España la cosecha de estas frutas dependerá directamente de la disponibilidad hídrica en las próximas semanas y a lo largo del verano, especialmente en el valle del Ebro, en un contexto de sequía severa, tras un invierno y primavera muy secos.
En España la cosecha de estas frutas dependerá directamente de la disponibilidad hídrica en las próximas semanas
Según el responsable de fruta de hueso de las cooperativas, Javier Basols, «estas cifras de producción potencial se explican por el buen desarrollo alcanzado por los frutos, al no haberse registrado ningún accidente climático grave en primavera que haya impedido una floración y cuajado correctos, y que permitirían devolver a la normalidad el nivel productivo en España, después de tres campañas muy cortas».
Sin embargo, subrayó, «este potencial productivo solo se alcanzará si las disponibilidades hídricas dieran un vuelco en las próximas semanas, y permitieran evitar las severas restricciones de riego anunciadas».
Respecto a la comercialización, Basols confía en que la salida de la fruta de las distintas regiones se produzca de manera fluida y con cotizaciones equilibradas que permitan compensar los incrementos de costes de producción. Espera, además, que la climatología en los principales focos de consumo en Europa alcance pronto y mantenga temperaturas estivales, favorables al consumo de fruta de verano.
Resto de países productores
En cuanto al resto de países europeos productores, Italia -con datos no actualizados, anteriores a las inundaciones- ha expuesto dos realidades muy diferentes. En el norte, caída de la producción (-35%) como consecuencia de las heladas de abril y otras anomalías térmicas que afectaron a Emilia Romaña, y en el centro y sur, ligero incremento.
En total, la producción se quedará por debajo del millón de toneladas, un nivel similar al de 2022, pero lejos de la oferta de 2019. Francia (con una previsión de 231.013 toneladas) y Grecia (con 665.840 toneladas) se mantienen en niveles de producción muy similares a los de 2022, aunque la amenaza por la falta de lluvias y de disponibilidad de agua de riego preocupa también en algunas de las regiones.