La Estrategias «De la Granja a la Mesa» y «Biodiversidad» provocarán una reducción sin precedentes de la capacidad de producción agraria de la Unión Europea (UE), así como un recorte significativo de los ingresos de los agricultores y ganaderos. Eso es lo que se desprende de un informe que ha publicado el Centro Común de Investigación dependiente de la Comisión Europea. Hasta el momento esta última no había presentado estudios de impacto sobre las consecuencias de poner en marcha las medidas que se contemplan en las dos estrategias. Ambas están recogidas en el Pacto Verde, que es la espina dorsal del calendario de trabajo de la CE para la actual legislatura, que comenzó hace año y medio.
Hasta ahora solo se conocía un estudio de impacto elaborado en Estados Unidos, pero ninguno de carácter oficial en la UE, a pesar de las peticiones que habían hecho las organizaciones agrarias en este sentido. Las dos Estrategias citadas plantean en líneas generales un conjunto de mayores exigencias de carácter medioambiental a la hora producir alimentos. Los agricultores y ganaderos deberán aplicar prácticas más respetuosas con el medio ambiente, lo que supondrán mayores costes a la vez que un recorte de la producción de alimentos. Eso hará que la UE sea menos autosuficiente y que baje su porcentaje de soberanía alimentaria. Según ha denunciado ASAJA, que recoge a su vez la reacción del COPA-COGECA, que agrupa a las organizaciones agrarias y cooperativas de la UE, es sorprendente que la semana pasada, en pleno verano, mientras la mayoría de las partes interesadas están de vacaciones, se haya publicado el citado informe técnico del Centro Común de Investigación «sin ningún anuncio y con una comunicación mínima».
Entre las conclusiones que se pueden extraer destacan las siguientes: cualquiera que sea el escenario considerado, todos los sectores muestran descensos en la producción de entre el 5% y el 15%, siendo los ganaderos los más afectados. Los cambios en la producción conducirían a una disminución de las posiciones netas de exportación de cereales, carne de cerdo y aves de corral, y a un empeoramiento del déficit comercial de la UE en el caso de las semillas oleaginosas, las frutas y hortalizas y las carnes de vacuno, ovino y caprino. Mientras, los precios de los costes de producción muestran un alza neta del 10%, con un impacto negativo para los agricultores.