Mientras la producción francesa disminuye debido a la gripe aviar, los productores galos de huevos, integrados en la FNSEA (Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores), alertan del importante aumento de las importaciones. Las entradas de huevos con cáscara han crecido en un 20% en los cuatro primeros meses de 2023 con respecto al mismo período de 2022.
La organización denuncia que, en el actual contexto de inflación, la producción de huevos ucraniana se está beneficiando de la suspensión de derechos de aduana en su acceso a la UE, lo que supone una importante distorsión de la competencia. «Ucrania -afirma- se ha convertido en el primer proveedor de la Unión Europea de huevos con cáscara y ovoproductos».
Los productores franceses han pedido al Ministerio de Agricultura que «active la cláusula de salvaguardia» incluida en el acuerdo comercial entre la UE y Ucrania «para impedir que continúen las importaciones con derecho nulo y sin límite de cantidad».
Además, el crecimiento de las importaciones «debilita la implantación del sexaje en el huevo», ya que está financiada por una cotización interprofesional que solo se aplica a los «huevos de consumo producidos y vendidos en territorio francés».