El Gobierno de Francia ha oficializado la prohibición de utilizar determinados sustantivos, como ‘filete’, ‘escalope’ o ‘jamón’ para los productos que sean de origen vegetal, a través de la publicación de un decreto en el Boletín oficial. Otras denominaciones incluidas en la lista son ‘bistec’, ‘solomillo’, ‘falda’ o ‘pechuga’.
El decreto recoge que «el texto regula el uso de denominaciones tradicionalmente utilizadas para designar productos alimenticios de origen animal en Francia para la descripción, comercialización o promoción de productos alimenticios a base de proteínas vegetales».
La norma fija una lista de términos que no podrán utilizarse a partir de ahora para designar alimentos que contengan proteínas vegetales y otra de denominaciones para llamar a los de origen animal «que pueden contener proteínas vegetales» como complemento, estableciendo la proporción máxima de de componentes de esa última clase que pueden incluir.
En la relación de productos que sí pueden incluir una proporción regulada de proteína vegetal aparecen términos como bacon, chorizo, cordon bleu, paté o salchicha. Los porcentajes máximos que aparecen contemplados oscilan entre el 0,50% para muchos productos, hasta un 6% de proporción máxima de proteína vegetal.
Esta disposición era desde hace tiempo una reclamación del sector de la producción de alimentos cárnicos y el Gobierno francés había hecho un primer intento de regular el fenómeno en 2022. Esa iniciativa, sin embargo, fue frenada por el Consejo Constitucional
El decreto prevé multas de 1.500 euros de máxima para los particulares y 7.500 euros para las empresas. También incluye una cláusula de reconocimiento mutuo que «excluye de su ámbito de aplicación los productos legalmente fabricados o comercializados en otro Estado miembro de la Unión Europea o en un tercer país».