La Comisión Europea publicó recientemente un estudio de apoyo a la evaluación del impacto de la política de promoción agraria de la Unión Europea (2016-2019) que revela que las actividades financiadas en este marco han sido eficaces, pertinentes y que han aportado valor añadido.
Las medidas puestas en marcha a iniciativa de Bruselas (ferias y misiones de alto nivel) han resultado ser muy eficaces a la hora de acceder a los mercados de países terceros, subraya el estudio, realizado por la consultora Deloitte. Sin embargo, el sistema de seguimiento y de evaluación de la política puede mejorarse, de acuerdo con el mismo.
Sus autores recomiendan a la Comisión que estudie, de cara al medio plazo, la posibilidad de introducir sistemáticamente indicadores cualitativos de los resultados, por ejemplo, examinando cómo ha reaccionado el público objetivo a las informaciones que ha recibido y si podrían introducirse mejoras.
El estudio de apoyo concluye también que la política de promoción se ha puesto en marcha de manera eficaz, con algunas diferencias dependiendo del tipo de programa. Por ejemplo, la gestión directa ha sido por lo general más eficaz. Al mismo tiempo, recomienda simplificar y armonizar la gestión de los programas simples y múltiples y mejorar el intercambio de conocimientos para lograr más eficacia.
Pertinente, coherente y valor añadido
El estudio considera asimismo que la política de promoción ha sido muy pertinente y podría desempeñar un papel importante en la transición hacia un sector agrario verde y sostenible. Con este enfoque, la Comisión debería continuar abordando con otras instituciones de la UE el papel de la política de promoción en el marco de nuevas iniciativas, tales como la estrategia “de la granja a la mesa”, y adaptar aún más las prioridades temáticas a los objetivos del Pacto Verde europeo antes del próximo período de programación, con el fin de apoyar más la transición hacia un sector agrario sostenible y verde.
El informe establece también que la política es coherente con otras medidas similares a nivel nacional y no ha constatado incoherencias significativas entre la política de promoción agroalimentaria de la UE y otras políticas comunitarias, en particular en materia de sanidad, clima, medio ambiente y desarrollo.
Por último, el estudio concluye que la política de promoción aporta un valor añadido comunitario evidente, en particular en el caso de las actividades concebidas y gestionadas a nivel de la UE.
Las conclusiones del estudio de apoyo, así como los resultados de la consulta pública, servirán de base para un informe definitivo de la Comisión sobre la evaluación de la política de promoción, que se publicará en diciembre de este año.
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