El riesgo de propagación de la Xylella fastidiosa en España es elevado, debido principalmente al grado de incertidumbre con respecto al alcance total del brote de Alicante y a los retrasos en la aplicación de las medidas de erradicación.
Esta es una de las conclusiones de un informe de la Dirección General de Sanidad y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, tras la auditoría realizada en España entre el 27 de febrero y el 9 de marzo de este año por sus inspectores. El objetivo de la misión era evaluar la situación de la Xylella en nuestro país y la aplicación de la normativa comunitaria sobre medidas de protección para su control, así como las acciones puestas en marcha tras la auditoría anterior, realizada en junio de 2017.
En sus conclusiones, subraya que “las operaciones de contención en las Islas Baleares están en consonancia” con la normativa comunitaria “y proporcionan una garantía adecuada de contención”. Sin embargo, en el caso de Alicante el informe señala que se desconoce el alcance completo del brote y pone de manifiesto que “se están produciendo retrasos importantes en la aplicación de las medidas de erradicación, principalmente debido a varias dificultades jurídicas y a problemas de acceso a las parcelas valladas”. Por otro lado, señala que no se están talando los olivos que se encuentran en un radio de 100 metros en torno a parcelas infectadas, a pesar de ser una planta hospedadora de la bacteria.
El informe señala también que “la intensidad de las prospecciones en España fuera de la zona demarcada, especialmente en cultivos de gran importancia económica, ha aumentado de forma considerable, con excepción de la principal región olivarera (Andalucía), donde sigue siendo desproporcionadamente baja”,
En su respuesta a las recomendaciones de Bruselas para subsanar las deficiencias detectadas, las autoridades españolas ponen de manifiesto que tras la visita de los inspectores europeos ha continuado la destrucción en Alicante de parcelas de almendro y de plantas herbáceas. Respecto a los olivos situados en un radio de 100 metros en torno a parcelas infectadas, recuerdan que los análisis realizados hasta el 16 de julio dieron resultado negativo y, según esa respuesta, “desde las autoridades competentes se piensa que la eliminación de plantas hospedadoras en las que no se ha identificado presencia de la bacteria en el brote, no tiene suficiente base científica y las medidas se deberían adaptar a las particularidades de cada brote”. España, añaden, ha solicitado a la Comisión una revisión de las medidas y mientras tanto seguirá con el intensivo muestreo de plantas de olivo en la zona demarcada”.
Por último, apuntan que Andalucía está cumpliendo con lo establecido en el plan nacional de contingencia en cuanto al número de parcelas a inspeccionar y que incluso está realizando más prospecciones de las fijadas en el mismo.