La Comisión Europea ha presentado su propuesta sobre la certificación de las absorciones de carbono, especialmente las de la agricultura. Se trata del primer paso hacia la remuneración de las prácticas agrarias que permitan el almacenamiento de carbono en los suelos, pero todavía estamos lejos de llegar a ello. En la emisión de AGROPOPULAR del 3 de diciembre analizamos esta iniciativa con Miguel Arias Cañete, que fue comisario de Acción por el Clima.
En su opinión esta iniciativa tiene una lógica clara «ya que en la estrategia `De la Granja a la Mesa´ se establecía un ejemplo de un nuevo modelo de negocio ecológico -la captura de carbono por agricultores y silvicultores- y se decía que esas prácticas deben ser recompensadas bien por la política agraria común o por otras iniciativas como los mercados de carbono».
Para Arias Cañete el problema radica en que ahora mismo los mercados voluntarios de carbono «no están regulados, tienen escasa confianza pública en la fiabilidad de sus normas y no hay disponibilidad o son muy complejos los sistemas sólidos de seguimiento, notificación y verificación».
Por este motivo, explicó el ex-comisario, la Comisión ha puesto en marcha un mecanismo europeo para la certificación y homologación «de cuales sean los sumideros netos de carbono que se realizan en las explotaciones agrícolas, con el objetivo de que en 2028 todos los agricultores puedan saber cuál es su situación respecto de su huella de carbono».
«Es un proceso que si se desarrollara bien permitiría a los agricultores tener una fuente adicional de ingresos»
Según Arias, «es un proceso que si se desarrollara bien permitiría a los agricultores tener una fuente adicional de ingresos». También dependerá de «si el Ministerio de Agricultura apuesta fuerte por esta iniciativa y tira del carro para que se pueda complementar la renta a los agricultores».
A pesar de que resaltó que estos procesos son «lentos, complejos y muy técnicos», opinó que, en general, «es bienvenido» un reglamento que pueda hacer que se ponga orden en el mercado y que se retribuyan los esfuerzos de los agricultores por fijar carbono en la tierra de una manera racional y sustancial.
Concluyó su intervención resumiendo que con esta iniciativa de Bruselas comienza a andar el proceso para que los agricultores y ganaderos puedan recibir una ayuda por el papel que desempeñan como efecto sumidero del carbono. «Es muy necesario que se incrementen los sumideros de carbono en la agricultura porque para conseguir la neutralidad climática en el 2050 el sector agrario tiene que empezar a tener sumideros netos de cerca de 310 millones de toneladas/año para el 2030».
Escuche la intervención completa de Miguel Arias Cañete