La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propondrá al colegio de comisarios retirar la propuesta sobre uso sostenible de fitosanitarios y presentará una nueva. Lo anunció el 6 de febrero ante el pleno del Parlamento Europeo, al que acudió para informar de los resultados de la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del pasado 1 de febrero.
Von der Leyen apuntó que esta propuesta, cuyo objetivo es reducir los riesgos derivados del uso de productos fitosanitarios, «se ha convertido en un símbolo de polarización». Recordó que el Parlamento Europeo la ha rechazado y que tampoco hay avances en el Consejo, por lo que va a plantear su retirada. «Pero, por supuesto, el tema sigue siendo de actualidad y para avanzar es necesario más diálogo y un enfoque diferente. Sobre esta base, la Comisión podría presentar una propuesta nueva, mucho más madura, con la participación de las partes interesadas».
Von der Leyen hizo referencia a las protestas de los agricultores y subrayó que muchos de ellos se sienten acorralados. «Los problemas se han acumulado en los últimos años. Nuestros agricultores merecen ser escuchados. Sé que están preocupados por el futuro del sector agrícola y su futuro como agricultores. Pero también saben que la agricultura debe avanzar hacia un modelo de producción más sostenible, para que sus explotaciones sigan siendo rentables en los próximos años. Y queremos asegurarnos de que los agricultores sigan al mando durante este proceso. Por eso hemos iniciado el diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura en la Unión Europea».
La presidenta de la Comisión destacó el «papel central» de los agricultores en el sistema agroalimentario comunitario y la necesidad de que reciban un «salario justo» por ello. «Es cierto -dijo- que nuestro apoyo a este sector es masivo. Nuestra política agrícola común está respaldada por el presupuesto de la Unión. El dinero es importante, pero no lo es todo. Los recursos naturales saludables también son esenciales para mantener buenos rendimientos. En particular, los suelos fértiles siempre han sido la mejor garantía para que los agricultores puedan ganarse la vida con su trabajo. Pero hoy en día, entre el 60% y el 70% de los suelos de Europa están en malas condiciones. Podemos revertir esta tendencia. Y eso es precisamente lo que hacen muchos agricultores. Pero debemos hacer aún más».
«Para una protección eficaz de la naturaleza, los incentivos para intervenir deben ser generosos. Los agricultores necesitan razones económicas para tomar medidas de protección de la naturaleza; quizás no les hemos presentado estas razones de manera convincente. Son necesarios incentivos reales que no se limiten a compensar la pérdida de rendimiento. Estos incentivos pueden proporcionarse mediante subvenciones públicas y etiquetas de calidad, por ejemplo en cooperación con distribuidores y empresas transformadoras. La protección de la naturaleza sólo puede tener éxito con un enfoque ascendente basado en incentivos. Porque sólo si nuestros agricultores pueden ganarse la vida con sus tierras invertirán en el futuro. Y sólo si logramos juntos nuestros objetivos climáticos y medioambientales podrán seguir ganándose la vida».