La Comisión Europea ha presentado hoy, 22 de junio, su propuesta de revisión de la normativa sobre utilización sostenible de fitosanitarios, que debería permitir lograr el objetivo -recogido en la estrategia «de la granja a la mesa»- de reducir en un 50% el uso y el riesgo de los pesticidas químicos y el uso de las sustancias más peligrosas de aquí al año 2030.
Como había anunciado, Bruselas ha optado por presentar una propuesta de reglamento, cuya aplicación es directamente obligatoria para los Estados miembros, en lugar de una directiva, que cada país debe trasponer a su normativa nacional y podría dar lugar a una aplicación más heterogénea de la reglamentación.
Los elementos más destacables de la propuesta de Bruselas son los siguientes:
- Habrá objetivos jurídicamente vinculantes a nivel nacional y de la UE para lograr los objetivos de reducción del uso y el riesgo de fitosanitarios químicos y de las sustancias más peligrosas. Los Estados miembros establecerán sus propios objetivos nacionales de reducción dentro de parámetros definidos para garantizar que se alcanza colectivamente el objetivo a nivel comunitario. A la hora de fijar el objetivo nacional, cada Estado miembro tendrá en cuenta los avances ya logrados y el consumo de pesticidas actual.
- Se fijan nuevas reglas estrictas sobre el control de fitosanitarios respetuosos con el medio ambiente. Las nuevas medidas garantizarán que todos los agricultores y otros usuarios profesionales de estas sustancias opten inicialmente por el Manejo Integrado de Plagas (MIP), recurriendo a métodos ambientales alternativos de prevención y control de plagas, y que los pesticidas químicos sean el último recurso. Las medidas incluyen el mantenimiento obligatorio de registros por parte de agricultores y otros usuarios profesionales. Además, los Estados miembros deben establecer normas específicas para los cultivos que identifiquen las alternativas que se utilizarán en lugar de los plaguicidas químicos.
- Prohibición de todos los pesticidas en áreas sensibles. Quedará prohibido el uso de todos los pesticidas en lugares como las zonas verdes urbanas, incluidos los parques o jardines públicos, los parques infantiles, los colegios, los terrenos de recreo o deportivos, los caminos públicos y los espacios protegidos Natura 2000, así como cualquier zona ecológicamente sensible que deba conservarse para polinizadores amenazados.
La Comisión ha señalado que se apoyará a los agricultores y otros usuarios en esta transición por medio de algunas políticas, entre ellas la PAC. A través de esta política los Estados miembros podrán compensar a los productores por los costes relacionados con la implementación de las nuevas normas sobre uso de fitosanitarios durante un período de 5 años. Por otro lado, se llevarán a cabo «acciones más enérgicas para aumentar la oferta de alternativas ecológicas y de bajo riesgo en el mercado» y se trabajará en nuevas tecnologías y técnicas, incluida la agricultura de precisión, en el marco de los programas Horizonte de la UE.