La Comisión Europea tiene previsto presentar una propuesta dirigida a autorizar la utilización de proteínas animales transformadas procedentes de no rumiantes y de insectos en la alimentación de las aves y los cerdos. De momento ha abierto una consulta pública sobre el asunto hasta el 6 de abril. La propuesta podría presentarse en el tercer trimestre de este año.
Bruselas tiene en mente esta iniciativa desde hace unos años pero hasta el momento no había llegado a concretarse. Tras recibir diversos informes científicos favorables, la Comisión estima que la utilización de proteínas animales transformadas de origen porcino en la alimentación de las aves y de proteínas procedentes de las aves en la alimentación del porcino debe autorizarse de nuevo.
Precisa, no obstante, que habrá que establecer exigencias estrictas para la recogida, el transporte y la transformación de estos productos y realizar tomas de muestras y análisis de forma regular con el fin de evitar cualquier riesgo.
Desde que se prohibieron totalmente las proteínas animales transformadas en la alimentación del ganado en 2001, a raíz de la epidemia de encefalopatía espongiforme transmisible (EEB), la situación epidemiológica ha mejorado considerablemente en la UE, según la Comisión, que subraya que desde 2016 no se ha detectado ningún caso de EEB clásica y que hay 24 Estados miembros cuyo estatuto en relación con esta enfermedad es de «riesgo inapreciable».
Por otro lado, la Comisión Europea recuerda en su borrador de propuesta el informe que presentó en 2018 al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la necesidad de reducir la dependencia de la UE de países terceros en el abastecimiento de proteínas. Añade que, desde el punto de vista nutricional, las proteínas animales transformadas son un excelente alimento para el ganado, con un alto contenido en aminoácidos, fósforo y vitaminas.
En consecuencia, la reautorización de ese tipo de proteínas procedentes de animales no rumiantes en la alimentación de ganado no rumiante reduciría esa dependencia de las importaciones.
Las harinas animales están autorizadas en acuicultura desde el año 2013 (las procedentes, en concreto, de insectos desde 2017).