Si Luis Planas había maniobrado para que la gran manifestación del próximo domingo en Madrid no fuese con él, el tiro le ha salido por la culata. En un principio, el inicio de la protesta se había situado en la Puerta de Alcalá, para después pasar por Cibeles y terminar en los Nuevos Ministerios, como si la cosa no fuese con el Ministerio de Agricultura y su titular. Finalmente, la manifestación, que se espera masiva, partirá desde Atocha, justo debajo del despacho de Planas, continuará por el Paseo de Prado, donde se encuentra el Ministerio de Consumo de Alberto Garzón, otra de las bestias negras del sector agrario; para rematar en los Nuevos Ministerios, donde están el de Transición Ecológica de Teresa Ribera y el de Trabajo con Yolanda Díaz al frente, que son objeto también de las críticas de agricultores, ganaderos, regantes, cazadores, el sector taurino y, en definitiva, del mundo rural. La política agraria, de la que Luis Planas es el responsable, es un elemento fundamental para el mundo rural y no se entendía muy bien que el Ministerio de Agricultura quedase fuera del foco de los manifestantes, por muchos agravios que hayan recibido de Teresa Ribera.
Al final se trata de la actuación del conjunto del Gobierno. Y en este contexto, el ministro de Agricultura es el que decide la política agraria, pero tradicionalmente también ha sido el embajador del sector agrario ante los otros departamentos ministeriales, desde el Ministerio de Hacienda hasta Transición Ecológica, pasando por Consumo o Trabajo, entre otros. A Luis Planas le cabe “el honor” de ser el ministro bajo cuyo mandato se han producido las oleadas de protestas del campo más importantes de este siglo y del último decenio del anterior. Y esto es algo que en ciertos ambientes políticos y periodísticos de Madrid se olvida con bastante frecuencia. Algo estará haciendo mal, digo yo. Por otro lado, los pescadores, otra de sus competencias, están que trinan y con gran parte de la flota amarrada. Y atención al paro de algunos transportistas que comienza hoy. La semana se presenta muy intensa.
Artículo de César Lumbreras publicado en `La Razón´ el 14 de marzo
