Córdoba y Baleares fueron escenario, el 30 de septiembre, de sendas movilizaciones en defensa del mundo rural. En la primera de estas ciudades, miles de personas acudieron a la convocatoria de un total de 15 organizaciones y asociaciones, entre ellas ASAJA, para «exigir el fin de las agresiones al mundo rural».
Según los convocantes –organizaciones y asociaciones de cazadores, pescadores, silvestristas, agricultores, ganaderos, productores cinegéticos, empresarios del mundo rural y taurinos– se trata de reivindicar «la importancia económica, social y conservacionista de las actividades vinculadas al mundo rural» y de recordar «la importancia de una Administración Pública más sensible y comprometida con los problemas del mundo rural y menos condicionada por las presiones animalistas y ecologistas».
En particular, las organizaciones cinegéticas quisieron «dejar patente la indignación del mundo rural hacia decisiones políticas que dañan su medio de vida y denunciar las agresiones que vienen sufriendo los cazadores por parte de sectores totalmente desconocedores de nuestra realidad». Subrayaron que la caza es un sector que mueve unos 2.000 millones de euros en España y genera 50.000 empleos directos.
Tractores y caballos en Palma
En Palma de Mallorca, unas 3.600 personas, según la Delegación del Gobierno, acudieron a la convocatoria de la Plataforma en Defensa del Medio Rural para protestar contra las políticas medioambientales y agrarias del gobierno regional. En la manifestación participaron unos 40 tractores y 30 caballos. Denunciaron lo que consideran «intentos de acabar con su forma de vida» y su «libertad» por parte de la administración autonómica.