La profesión veterinaria arranca esta semana en Madrid un conjunto de protestas contra la normativa vigente puesta en marcha desde el Ministerio de Agricultura sobre prescripción y uso de medicamentos veterinarios que, según indican, pone en riesgo la salud de los animales y de la salud pública.
En la última emisión de AGROPOPULAR del 1 de marzo, Manuel Santos, portavoz de la plataforma Vets Unidos nos explicó los motivos de las protestas que se van a llevar a cabo esta semana y a quienes afecta la normativa.
Santos indicó que el motivo de la protesta se refiere “a la aplicación del Real Decreto 666 /2023. Este Real Decreto lo que está haciendo es anular o pisotear nuestro juicio clínico. Nos encorseta dentro de una serie de fichas técnicas que para que lo entiendan los oyentes, es el prospecto y nos encorseta dentro de este prospecto.
Por este motivo, según indicó, “no podemos movernos ni un ápice ni de invitaciones de uso de medicaciones, ni dosis ni especies a las cuales pueden ponerse estos fármacos”. Además, también afecta al uso de los antibióticos. Explicó que “lo que pretenden hacer es una reducción de la resistencia bacteriana”. Algo que no entienden “porque simplemente el uso de los antibióticos en veterinaria representa un 0,8% con respecto al uso de los antibióticos en la medicina general”.
¿A quién afecta esta normativa?
Santos aclaró a quién afecta esta normativa. Indicó que afecta en general a todos los veterinarios. “Los compañeros que se encargan de los animales de consumo llevan sufriendo ya este Real Decreto unos cuantos años, ellos mejor que nadie conoce lo inútil que es este sistema, pero en realidad nos afecta a todos, nos afecta a los veterinarios de pequeños animales, a los compañeros que no están dedicados al consumo humano. Afecta a los compañeros que se dedican a ver animales exóticos”. En líneas generales, nos afecta a todos, “incluso afecta, a la propia sociedad, porque en el fondo somos garantes de la salud animal y por ende también de la salud humana”, añadió.
Explicó que “en el uso de los antibióticos debemos ajustarnos a una serie de antibióticos que son de primera opción. En los cuales tenemos que usar hasta que se demuestre que no funcionan en el animal, cosa que ya sabemos de antemano, ya que todas las evidencias científicas así nos lo dicen”. Además, Santos Vera, añadió que “tenemos que empezar primero con estos antibióticos, cuando ya vemos que ya no funciona, tenemos que pasar a otros diferentes y todo esto, lógicamente, lleva un coste de los propietarios”. “Incluso para poder usar ciertos antibióticos, que son los del grupo B, tenemos que realizar unas pruebas que es un cultivo para poder usarlos cuando sabemos perfectamente qué antibióticos son los que van a funcionar y los que no, basados en el criterio científico y en publicaciones”, añadió.
En resumen, los veterinarios tendrán mucha más carga burocrática por un lado y más dificultades para prescribir medicamentos, por otro. Todo esto se traduce en bastante más coste para los usuarios de sus servicios.
