El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha calificado de «matador» el nuevo texto del Real Decreto sobre declaración de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos procedentes de la actividad agraria. Según él, supondría declarar en la región hasta 700 u 800 de estas zonas frente a las algo más de 300 zonas vulnerables que estaba manejando el Gobierno autonómico.
Este asunto se abordó en la reunión de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada el 15 de junio, entre la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y los consejeros del ramo de las Comunidades Autónomas.
El Ministerio ha recordado en un comunicado que el primer borrador de este Real Decreto se sometió a participación pública en marzo pasado y posteriormente se debatió en el seno del Consejo Nacional del Agua. Ahora trabaja para integrar las aportaciones surgidas del proceso participativo en el texto; después habrá un nuevo trámite de audiencia específico con las Comunidades Autónomas que se lanzará previsiblemente antes de finales de este mes de junio.
Durante la reunión de la Conferencia Sectorial, Suárez-Quiñones subrayó que se está actuando con precipitación y que hay que trabajar más el texto en un ámbito técnico, ya que, tal y como está, es muy perjudicial para la agricultura y la ganadería de Castilla y León. Además, denunció, el proyecto del Ministerio recoge algunos criterios que van más allá de las exigencias establecidas en la normativa comunitaria en este ámbito.
Por otro lado, apuntó que hay que contemplar la concesión de ayudas con fondos europeos (pero no de la PAC) para las infraestructuras de depuración o tratamiento de purines y para las actuaciones agrícolas y ganaderas dirigidas a reducir el impacto de los nitratos.
La contaminación de origen difuso de las masas de agua superficial y subterránea es uno de los principales problemas que afectan a las cuencas españolas
El Ministerio pone de manifiesto en su comunicado que, al igual que en otros países europeos, la contaminación de origen difuso de las masas de agua superficial y subterránea es uno de los principales problemas que afectan a las cuencas españolas como consecuencia de los excedentes de productos orgánicos e inorgánicos empleados como fertilizantes.
La Unión Europea, recuerda, ha marcado como eje prioritario de su acción ambiental y agraria la reducción de este tipo de contaminantes. Entre otros objetivos, pide a los países miembros una reducción del 50% en el exceso de nutrientes y un 20% menos en el uso de fertilizantes antes de finales del año 2030.