La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha publicado esta semana el informe “Población y Despoblación en España 2016”, que analiza en detalle la evolución demográfica registrada en nuestro país entre 2015 y 2016. Según sus datos, el 50% de los municipios españoles están en riesgo de extinción por la pérdida de habitantes.
Esta pérdida de población ha convertido a Soria, Cuenca y Teruel en «desiertos demográficos», según el documento.
Actualmente hay unos 4.000 municipios «en riesgo más o menos severo de extinción a medio o largo plazo» (en España hay en total 8.125). El texto indica que en 36 de las 50 provincias ha descendido la población durante el último año o un total de 358 localidades han pasado a tener menos de 100 habitantes desde los 90 hasta hoy.
Comunidades Autónomas como Castilla y León, Galicia, Asturias o Aragón -especialmente afectadas por este asunto- han logrado que en la reciente Conferencia de Presidentes se incluyera entre sus acuerdos la redacción en 2017 de una Estrategia Nacional sobre el reto demográfico.
Para ello, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha creado una comisión que se encargará de asegurar que esta Estrategia se materialice y se cumplan las medidas. El Consejo de Ministros designó para este cargo a la senadora gallega del Patido Popular, Edelmira Barreira.
Castilla y León la que más población pierde
Teniendo en cuenta el último censo del Instituto Nacional de Estadística, la FEMP ha precisado que las cerca de 5.000 localidades de menos de 1.000 habitantes que hay en España suman una población algo inferior al millón y medio de personas. En el caso de Castilla y León, seis de sus provincias están entre las diez que más habitantes pierden.
Entre 2015 a 2016, Zamora perdió un 1,57 por ciento de población; Ávila y Cuenca (un 1,24 por ciento menos), Ourense (-1,22%), Ciudad Real (-1,11%) y León (-1,10%). En un porcentaje algo inferior se sitúan Segovia, Soria y Salamanca.
Envejecimiento y éxodo rural
El envejecimiento y el éxodo a la ciudad han provocado lo que el informe denomina «minifundio demográfico». En Soria, Burgos, Ávila, Zamora, Salamanca y Teruel -por este orden- el 90 por ciento de sus municipios no llega a los 1.000 habitantes.
Guadalajara y Palencia se aproximan también a ese porcentaje, mientras que Zaragoza, Valladolid, Segovia, Huesca y Cuenca superan el 80 por ciento.
La FEMP subraya que en estos momentos hay 1.286 municipios con menos de 100 habitantes, cuando en 2000 había 928.
No obstante, esta situación contrasta con la aglomeración creciente de las grandes ciudades. Palma de Mallorca es la que más sube en población entre 2015 y 2016, por delante de Madrid y Almería.
El estudio recuerda que en las 143 ciudades con más de 50.000 habitantes se cuentan casi seis millones de empadronados.