Debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania y a las sanciones adoptadas contra Rusia, Vladimir Putin anunció, durante una reunión que se retransmitió a través de la televisión pública, que “este año, en un contexto de escasez alimentaria mundial, vamos a tener que estar muy atentos a las salidas de alimentos al extranjero y vigilar, en particular, las condiciones de estas exportaciones a países que mantienen una política hostil hacia nosotros”.
El presidente ruso aseguró también que “la producción alimentaria nacional cubre plenamente las necesidades del país”, y subrayó el “potencial agrícola” de Rusia. Putin hizo un llamamiento a los rusos para producir más, invertir más en el sector agrario, “para que en los próximos años la producción agrícola sea suficiente y cubra todas nuestras necesidades”. Subrayó, por otro lado, la importancia de “fijar objetivos claros para encontrar productos sustitutivos, tras la interrupción de ciertas importaciones debido a las sanciones”.
Esta amenaza del presidente ruso sobre la seguridad alimentaria se produce solo unos días después de la lanzada por el vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, que propuso “dejar de enviar productos agrarios a países enemigos”. “Se trata –advirtió- de armas silenciosas pero temibles para hacer frente a las sanciones occidentales”.