El director de la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra), Josep Puxeu, ha asegurado que el impuesto a las bebidas azucaradas del Gobierno de Cataluña ha supuesto la ruptura de la unidad de mercado y es «imposible» de aplicar a todos los actores implicados, ya que las autoridades catalanas carecen de medios suficientes para controlarlo.
«Entre los órganos de desconexión del Estado estaba la Agencia Tributaria catalana, que se basaba en impuestos como éste (…) para configurar una base de datos de contribuyentes, empresas, etc».
Según Puxeu, por el momento se están pagando las autoliquidaciones del impuesto, pero al mismo tiempo las empresas «están impugnando las declaraciones» por la vía administrativa.
Desde Anfabra no tienen estimaciones sobre el impacto económico de dicha medida, aunque sus consecuencias se perciben más en los supermercados catalanes que en la hostelería, y se concentran sobre todo en los refrescos de marca blanca, donde un aumento del precio por litro de hasta doce céntimos es más sensible, ya que suelen ser más baratos.
La semana pasada, las asociaciones que agrupan a todo el sector anunciaron la presentación de un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia catalán y ahora incluso estudian volver a solicitar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que lleve dicho gravamen al Constitucional, algo que ya solicitaron en junio, aunque sin resultado.
Sobre la posibilidad de que el Ejecutivo recupere la opción de gravar las bebidas azucaradas en el ámbito nacional, Puxeu ha apuntado que, por el momento, «no hay nada encima de la mesa». «Para 2017 se desestimó, y para los Presupuestos de 2018 lo que nos consta es que la idea, tanto del Gobierno como de los grupos que pueden apoyar esos Presupuestos, es abogar por otro tipo de políticas diferentes a la de crear impuestos al consumidor”.
Asimismo, el director de Anfabra ha insistido en que el sector está comprometido a debatir con las autoridades sanitarias sobre cómo mejorar el etiquetado, sustituir y reducir algunos ingredientes o limitar la publicidad dirigida al público infantil, en una discusión que en su opinión debe discurrir de forma separada del tema impositivo.
Asamble de Anfabra
El martes 21 de noviembre se celebró en Madrid la Asamblea de Anfabra, en la que se publicó un Informe Económico y Social sobre el sector de las bebidas refrescantes en España.
En la jornada se puso de relieve que durante 2016 la comercialización de refrescos en España aportó 3.806 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB), 71.190 empleos directos e indirectos y 1.415 millones de euros de contribución fiscal.
El presidente de la Asociación, John Rigau, aseguró que “la producción anual de bebidas refrescantes en España ronda los 4.400 millones de litros. Además del trabajo directo de fabricantes y marcas, existe un gran entramado industrial y social del que forman parte centenares de empresas”.
Este efecto de arrastre, tiene su actor más relevante en la agricultura, con al aprovechamiento de materias primas como zumos y extractos y la remolacha; en el proceso de producción, además, intervienen la energía, el agua, el gas carbónico, aromas y otros aditivos; industrias del vidrio, del acero, el aluminio o el plástico, entre otras para envases o embalajes.