En la noche del 16 al 17 de septiembre fueron incendiadas tres naves de pollos en la localidad francesa de Charencey, en Normandía, al norte del país, en lo que las organizaciones agrarias galas consideran un «nuevo ataque» contra los ganaderos.
Las instalaciones, que en ese momento estaban vacías, ocupan una superficie total de 2.200 metros cuadrados, pertenecen al mismo avicultor y están alejadas entre sí, por lo que se descarta totalmente la posibilidad de los que los incendios fueran accidentales. Además, en los muros había pintadas con frases como «campo de la muerte» o «asesinos».
El día 17, unos 60 agricultores y ganaderos, así como parlamentarios, participaron en una concentración de apoyo al productor afectado. Según la organización Jóvenes Agricultores, precisamente este avicultor participa en la iniciativa llamada «granjas abiertas», en la que los ganaderos abren las puertas de sus explotaciones al público para enseñarle cómo producen los alimentos.
El acto se ha «premeditado meticulosamente», lo que «acentúa la angustia del ganadero y de todos los profesionales»
En un comunicado conjunto, las principales organizaciones agrarias francesas hablan de «nuevo ataque (…) que confirma la triste realidad de una violencia creciente e insoportable contra los agricultores». En esta ocasión «deja a una familia en shock y obliga al cierre de las instalaciones y a la interrupción de la actividad». Subrayan que el acto se ha «premeditado meticulosamente», lo que «acentúa la angustia del ganadero y de todos los profesionales». Se preguntan «quién puede encontrar la fuerza para continuar con su actividad frente a estas agresiones multiformes, incesantes y estigmatizantes».
Los profesionales franceses consideran que la «inmunidad» está durando demasiado y exigen a la justicia que condene estos actos y pronuncie sentencias suficientemente disuasorias.
El ministro de Agricultura, que acudió al lugar el 18 de septiembre, condenó este tipo de actos, que calificó de «intolerables».
También en España se producen este tipo de actuaciones por parte de grupos animalistas. El más reciente ha tenido lugar este mismo mes de septiembre en una granja de conejos de Barcelona.