La partida asignada a la Política Agraria Común para el período 2021-27 será inferior a la que se aprobó para el presente período 2024-2020 y también es más corta que la recogida en la propuesta revisada que la Comisión Europea presentó el pasado 27 de mayo.
Si tomamos como referencia solo el Marco Financiero 2021-27, las conclusiones del Consejo de la UE que finalizó en la madrugada del 21 de julio recogen una partida para la PAC de 336.444 millones de euros, de los que 258.594 millones serán para ayudas directas y medidas de mercado (financiadas a través del FEAGA, Fondo Europeo Agrícola de Garantía) y 77.850 millones de euros para desarrollo rural (FEADER, Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural). Durante el actual periodo financiero 2014-20 la PAC ha contado con 383.000 millones de euros, lo que supone un recorte de 46.556 millones de euros y una bajada de más del 12 por ciento en porcentaje.
Si se toma como referencia el dinero del Marco Presupuestario 2021-27 y se suman los 7.500 millones de euros, en los que finalmente ha quedado la cifra destinada a la política de desarrollo rural en el Fondo de Recuperación (solo el 1 por ciento del mismo), la suma total asciende a 343.944 millones de euros, lo que supone una caída de 39.056 millones de euros y del 10 por ciento aproximadamente sobre las cifras actuales.
El texto de conclusiones del Consejo precisa que de la partida de 258.594 millones de euros asignada al FEAGA para ayudas directas y medidas de mercado, el montante máximo que se concederá en pagos directos no superará los 239.916 millones.
Por otro lado, establece que la proporción del gasto de la PAC que se destinará a la acción por el clima será del 40%.
Otras medidas
El documento aprobado por el Consejo recoge otras medidas para la PAC que afectan a la reforma de la misma:
– Techo de ayudas por explotación: el establecimiento de un límite de pagos directos por explotación será voluntario y se fijará en un máximo de 100.000 euros. Solo se aplicará a la ayuda básica a la renta para la sostenibilidad (el equivalente al pago único actual). A la hora de calcularlo, los Estados miembros podrán deducir los gastos de carácter laboral.
– Reserva agrícola y disciplina financiera: a principios de cada año se creará una reserva agrícola dotada con 450 millones de euros. Los fondos no utilizados un año se pasarán al siguiente para constituir la reserva de ese año. En caso de que se utilicen, se repondrán utilizando los ingresos existentes asignados al FEAGA o el margen disponible por debajo del techo presupuestario o, como último recurso, aplicando el mecanismo de disciplina financiera.
– Flexibilidad entre pilares: los Estados miembros podrán decidir transferir un 25% de los fondos de la partida de pagos directos a la de desarrollo rural y viceversa. Esos porcentajes podrán ser mayores en determinados casos.
– Cofinanciación desarrollo rural: la cofinanciación comunitaria de las medidas de desarrollo rural será del 80% para las regiones ultraperiféricas (Canarias), del 85% en las regiones menos desarrolladas, del 60% en las regiones en transición, del 65% en las zonas con limitaciones naturales o regionales específicas y del 43% en las demás regiones. Para los compromisos medioambientales, climáticos y de gestión se aplicará una cofinanciación del 80% y los fondos transferidos al FEADER tendrán un porcentaje de cofinanciación del 100%. Por otro lado, habrá dotaciones adicionales (500 millones de euros en el caso de España) si el sector agrario se enfrenta a desafíos estructurales particulares, o si el país ha invertido en gran medida en desarrollo rural o necesita transferir importes superiores al pilar 1 para aumentar el grado de convergencia.