El ejercicio financiero 2016 (en el que se abonaron las ayudas de 2015) fue el primero de implementación total de la reforma de la PAC de 2013 y muestra algunos cambios en relación con la distribución de los pagos directos entre beneficiarios, según señala la Comisión Europea en su último informe sobre distribución de los pagos directos de la PAC. Entre esos cambios destaca una disminución significativa del número de beneficiarios a nivel comunitario.
Aunque ya en el ejercicio 2015 se observó una caída del número de beneficiarios respecto a 2014 (casi 275.000 menos, hasta los 7,24 millones), en el ejercicio 2016 la disminución fue más acusada (-531.084), con lo que el total se situó muy por debajo de los 7 millones.
La Comisión precisa que esa evolución a la baja se debe a ajustes estructurales en el sector agrario, que han reducido el número de explotaciones, pero también a las condiciones, más estrictas, que se introdujeron en la última reforma de la PAC para acceder a las ayudas, en particular las relativas al agricultor activo y la actividad agraria.
En el caso de España, las cifras publicadas por Bruselas confirman también una disminución de la que ya han dado cuenta los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Según la Comisión, la disminución fue de 32.600 beneficiarios en el ejercicio 2016 respecto al anterior y de 67.700 si se compara con el ejercicio 2014.
La Comisión señala, por otro lado, que en el ejercicio 2016 disminuyó el porcentaje de beneficiarios que recibió menos de 1.250 euros en ayudas y también el de los que percibieron más de 100.000. Se redujo asimismo el importe total en esos estratos.
En España, un 45,8% de los beneficiarios (algo más de 365.000) recibió un máximo de 1.250 euros en ayudas. En conjunto sumaron menos de 200 millones de euros, el 3,9% del montante total. Por el contrario, el 0,43% de los beneficiarios (algo más de 3.450) se repartieron el 12,5% del presupuesto (unos 630 millones de euros) a razón de más de 100.000 euros cada uno.