Como consecuencia de la sequía, el servicio de seguimiento de cultivos de la Comisión Europea (MARS) ha revisado a la baja por tercer mes consecutivo las estimaciones de rendimientos de los grandes cultivos de invierno en la UE, que sitúa ahora por debajo de la media quinquenal.
De acuerdo con su informe de este mes de junio, “las previsiones de rendimiento para el trigo blando, el trigo duro y la cebada de invierno están justo por debajo de la media de los cinco últimos años” en la UE. En el caso de la colza, el maíz y el girasol también ha habido revisión a la baja, aunque de momento los rendimientos de estos cultivos se mantienen por encima de esa media. En el caso de la cebada de primavera no hay cambios respecto a la estimación anterior.
Esta evolución se debe principalmente a “la persistencia de condiciones más secas de lo habitual en buena parte de Europa, con impactos más acusados en las regiones donde van acompañadas de temperaturas elevadas. Es lo que ha sucedido, por ejemplo, en la Península Ibérica. El informe confirma el impacto negativo del tiempo registrado durante la primavera en los rendimientos de los cultivos en España y Portugal.
Precisa que esas condiciones aceleraron el ciclo fenológico de los cultivos de invierno, como el trigo blando, que maduraron pronto, con menos tiempo para el llenado del grano. Añade, respecto al maíz, que lleva unos diez a quince días de adelanto en su desarrollo y su evolución dependerá de la disponibilidad de agua para riego.
En cuanto al girasol y la colza de secano, da cuenta también del impacto negativo del calor y la falta de lluvias en el crecimiento y desarrollo de las plantas. La estimación de los servicios de Bruselas es que tanto los rendimientos de los cultivos de invierno como de los de verano se situarán por debajo de la media de los cinco últimos años en ambos países.
En la región del mar Báltico, por el contrario, las cosechas se han visto afectadas por un tiempo más frío de lo normal”.
La revisión de rendimientos más acusada (-4,7% en solo un mes en la UE) es la del trigo duro en Europa del sur. En cuanto al trigo blando, el informe ha revisado a la baja las previsiones para 13 de los 25 países productores de la UE, sobre todo en Hungría, Rumanía, Polonia y Francia. En este último país, las perspectivas de rendimiento de los cultivos de invierno son “globalmente negativas, con un contraste entre el norte de París, donde se esperan rendimientos cercanos a la media, y las regiones del sur y el oeste, donde los daños han reducido ya el potencial”.