La renta agraria por ocupado en España bajó el año pasado el 0,1% en términos corrientes, con respecto a 2021, situándose en 32.534,4 euros, de acuerdo con la segunda estimación publicada por el Ministerio de Agricultura (MAPA). En el avance que publicó en diciembre del año pasado apuntaba a un descenso del 1,2%.
La renta agraria total (términos corrientes), según esta segunda estimación, fue de 27.663,6 millones de euros, un 6,2% menos que en 2021. En términos constantes, la renta por ocupado bajó el 3,5%. La última estimación del Ministerio recoge asimismo un descenso del 6,1% en el número de activos en el campo, que se habrían situado en 850.300 ocupados.
El principal factor que ha contribuido a esta variación ha sido el fuerte incremento del valor de los consumos intermedios (+28,5%), en especial de los piensos (+33%), los fertilizantes (+54,8%) y la energía y lubricantes (+49,4%). El incremento del valor de estos insumos se debe exclusivamente a la considerable subida de sus precios (+31,1%). Las subidas de precios más acusadas fueron las de la energía y lubricantes (+52,4%), los fertilizantes (+74,3%) y los piensos (+35,1%).
El Ministerio destaca que la producción de la rama agraria aumentó un 10,6% con respecto a 2021. Esta subida se debe principalmente al incremento de los precios (+21,3%), mientras que los volúmenes producidos experimentaron un comportamiento opuesto del 8,8%.
El valor de la producción vegetal aumentó un 3,6% en valor, alcanzando los 36.276 millones de euros, debido al buen comportamiento de los precios percibidos por los agricultores (+19,9%), que compensan el descenso de las cantidades producidas (-13,6%). En concreto, hay que destacar, por ejemplo, que el valor de la producción del aceite de oliva creció de forma muy significativa, un 34,2%.
En cuanto a la producción animal, aumentó su valor en un 22,5%, alcanzando un valor de 25.090 millones de euros, según el Ministerio. Este aumento se debe al incremento de los precios (+24,3%), mientras que el volumen producido baja un 1,5%.