El Tribunal de Cuentas Europeo publicó recientemente un informe en el que constata los pocos avances logrados hasta ahora en la lucha contra la resistencia a los antibióticos en la Unión Europea (UE).
Los auditores señalan que, a pesar de los progresos en el ámbito veterinario, existen pocas pruebas de que la carga sanitaria de la resistencia a los antimicrobianos se haya reducido.
Según el informe, la ayuda de la UE para reforzar el enfoque “Una sola salud” (humana, animal, medio ambiente) de los Estados miembros ante la resistencia a los antibióticos ha sido valiosa. En particular, ha contribuido a la adopción de decisiones políticas con mayor conocimiento de causa y ha facilitado la cooperación y el intercambio de experiencias entre Estados miembros. Sin embargo, cree que podrían lograrse mayores sinergias mediante inversiones específicas y rentables.
España, Holanda y Francia son los países con usos elevados de antibióticos veterinarios tradicionalmente que más los han reducido
En el caso de los antibióticos veterinarios, el Tribunal apunta que su uso se ha hecho más prudente en la mayoría de los Estados miembros, aunque estima que el de algunos sigue siendo demasiado elevado. Como ejemplo positivo pone el de la significativa reducción de la colistina en España. En 2014 tenía el mayor uso veterinario de la UE (37 mg./PCU*). Después del plan de acción puesto en marcha por las autoridades, con veterinarios y profesionales del sector porcino, se llegó a 7 mg./PCU en 2018, un valor cercano a la media de la UE.
España, Holanda y Francia son los países con usos elevados de antibióticos veterinarios tradicionalmente que más los han reducido. En los dos primeros se redujeron a la mitad entre 2011 y 2016 y en España en un 13% entre 2014 y 2016. A pesar de ello, España sigue teniendo uno de los usos más elevados (362,5 mg./PCU en 2016) solo por detrás de Chipre (453,4 mg.).
(*) mg. por unidad de corrección de la población de animales.