En la producción de alimentos de origen vegetal, las principales fuentes de propagación de la resistencia a los antibióticos son los abonos orgánicos, el riego y las aguas de superficie, según señala la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) en un dictamen publicado el 15 de junio.
Esta primera evaluación del papel “del entorno de producción de alimentos en la aparición y la propagación de la resistencia a los antibióticos” estima que, en el caso de la producción ganadera, las fuentes potenciales de propagación son los alimentos para el ganado, los humanos, el agua, el aire, el suelo, la fauna, los roedores, los artrópodos y los equipos. Sin embargo, la AESA admite que le faltan datos.
Teniendo en cuenta estos primeros resultados, los expertos subrayan que, para limitar la aparición y propagación de la resistencia a los antibióticos, hace falta: reducir la contaminación microbiana fecal de los abonos, el agua y los alimentos para el ganado y aplicar buenas prácticas de higiene. Recomiendan también cubrir las lagunas en materia de datos y poner en marcha planes de acción para ayudar a quienes tienen que gestionar los riesgos.