La reunión extraordinaria del Observatorio de la Cadena Alimentaria, que se ha celebrado este lunes en Madrid, después de cerca de veinte meses sin que se convocase, siguió el guion previsto: hubo muchos participantes y palabras; algunas peticiones, como la de Luis Planas para que se traslade a los precios de los alimentos la bajada de los costes de producción, que, según él, ya ha comenzado; finalmente, ninguna medida concreta para hacer frente a este problema.
En el guion gubernamental del encuentro también figuraba trasladar a la opinión pública, a través de los medios de comunicación, la impresión de que el sector socialista del Gobierno “está haciendo algo”. Mientras tanto, la parte de Podemos sigue a lo suyo: las declaraciones contra “los capitalistas de la distribución”.
Durante la reunión, Luis Planas ha indicado que hay razones objetivas para esperar una paulatina disminución del precio de los alimentos en los próximos meses, ya que los principales costes de producción como energía, piensos o fertilizantes que fueron los principales causantes del aumento progresivo de la inflación han empezado a bajar. Los indicadores apuntan a que “los precios de los alimentos pueden haber tocado techo”, según el ministro,
Por su parte, las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, presentes en la reunión han alertado de la subida del precio de sus insumos en los últimos meses, que se han agravado por la guerra en Ucrania y por efecto de la sequía.
En concreto, el presidente de ASAJA, Pedro Barato, ha focalizado también el problema en la subida de costes de la mayoría de los insumos por lo que «lo primero es arreglarlo». Más allá de la guerra, también cree que la situación se ha complicado por la persistente sequía que padece principalmente la mitad sur peninsular que está afectando a cultivos como el olivar y los viñedos. En todo caso, Barato cree que la cadena agroalimentaria «ha funcionado perfectamente» en las situaciones «más complicadas» por lo que «hay que buscar soluciones y no culpables» en estos momentos.
Por su parte, el responsable de cadena alimentaria en COAG, Andoni García, ha reclamado en la reunión al Observatorio los estudios de valor que están aprobados para ofrecer transparencia en la formación de precios y costes. García ha mostrado su confianza en que la reducción de los precios finales que ha vaticinado el Gobierno para los próximos meses no se produzca «a costa del eslabón más débil».
El vicesecretario general de UPA, Cristóbal Cano, ha incidido en que el sector productor no es el responsable del incremento de precios y ha reclamado que se baje el IVA en carne, pescados, conservas y miel.
La industria y la distribución del sector agroalimentario han señalado que están realizando esfuerzos por absorber los costes de producción y han negado que la inflación de los alimentos sea un problema de márgenes empresariales.
El director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, ha propuesto extender la bajada del IVA a otros productos básicos y posponer la aplicación «de los costes regulatorios medioambientales», en alusión al impuesto al plástico, en vigor desde enero.
Desde una de las patronales de la distribución, Asedas, su director general, Ignacio García Magarzo, ha compartido el análisis de las causas sobre la inflación que les ha trasladado el Gobierno y que se centra en un problema de costes y no de márgenes.