Teresa Ribera lo ha dejado claro en los documentos que reflejan la que va a ser su política y la del Gobierno de Sánchez en materia de agua: lo primero, que la que manda es ella y, lo segundo, que no habrá más agua para regadío. Respecto al primer punto, a continuación figura una muestra extraída de los documentos presentados por el equipo de Ribera: «Debe destacarse que el departamento ministerial que ahora tutela el proceso planificador (del agua) es de nueva creación. Se trata del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) cuya misión difiere claramente de la que correspondía al desaparecido Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, bajo cuyo control se aprobó la anterior versión de este plan hidrológico. En efecto, la razón de ser del MITERD es conducir al país hacia un modelo productivo y social ecológico y sostenible, misión que debe trascender a todas las áreas de actividad, en especial, a las que como en el caso del agua corresponden particularmente a este departamento». La traducción, insisto, es que en lo del agua manda ella, Ribera.
Lo segundo a destacar es que, de la lectura detallada de la nueva planificación hidrológica, se extrae que no va a haber más pantanos, ni tampoco más agua para regadío, una de las principales reivindicaciones de los agricultores. Y aquí se produce una situación, cuando menos curiosa. Está claro que, en aquellas zonas rurales de España con regadío, se ha logrado crear más riqueza económica y fijar a la población, que en aquellas otras en las que predomina el secano. Dicho con otras palabras, allí donde hay agua y regadío, hay vida y más habitantes. Visto lo anterior, y teniendo en cuenta que el MITERD se ocupa también del reto demográfico, vamos a ver cómo logra conjugar Teresa Ribera todos los elementos que se trae entre manos, como el uso del agua y el de fijar población.
No va a haber más pantanos, ni tampoco más agua para regadío, una de las reivindicaciones de los agricultores
Por último, queda otro punto a considerar: ¿qué va a pasar con los trasvases actuales, principalmente el del Tajo-Segura? Gracias a este último se ha logrado un importante aumento de la riqueza en amplias zonas de las provincias de Alicante y Almería y de la Región de Murcia. Sin ese agua que llega ahora, y que también reclaman desde Castilla La Mancha, será imposible mantener una parte de la llamada «huerta de Europa». Nos encontramos ante un auténtico rompecabezas, con gran repercusión económica y de organización territorial, que depende de Teresa Ribera, la que parte el bacalao.