Los primeros resultados de los nuevos indicadores de riesgo armonizados, publicados recientemente por la Comisión Europea, muestran que los riesgos asociados a los productos fitosanitarios vendidos en el mercado comunitario disminuyeron el 20% entre 2011 y 2017, una tendencia “alentadora”, según Bruselas.
Esta reducción es el resultado, principalmente, de la utilización de productos que presentan un perfil menos peligroso. En el marco de la directiva sobre el uso sostenible de los pesticidas, el indicador de riesgos se mide sobre la base de los datos de ventas, ponderados por la toxicidad de las sustancias.
Por el contrario, un segundo indicador revela también que el recurso de los Estados miembros a aplicar excepciones o derogaciones de urgencia ha aumentado en un 50%. En efecto, los Estados miembros pueden autorizar hasta 120 días el uso limitado y controlado de las sustancias activas prohibidas para luchar contra un organismo perjudicial que no puede controlarse por ningún otro medio razonable.
Según la Comisión Europea, los resultados de este segundo indicador ponen en evidencia la necesidad de que los Estados miembros amplíen la gama de productos fitosanitarios autorizados de forma regular y a disposición de los productores, así como de ampliar el abanico de técnicas de lucha contra los organismos perjudiciales, con el fin de reducir la dependencia de los pesticidas.
Sin embargo, en opinión de la asociación Pesticide Action Network, las informaciones que ha presentado la Comisión son engañosas, ya que no ha habido una disminución de las ventas de pesticidas en la UE.
A principios de 2020 se publicará un segundo informe sobre el uso sostenible de los fitosanitarios en la Unión Europea, que ofrecerá un panorama más detallado del estado de aplicación de la directiva en la Unión Europea y de los avances logrados desde el último análisis, en 2017.