La peste porcina africana se propaga por Rumanía, que ha pedido ayuda a Bruselas.
El Ministerio de Agricultura de este país ha señalado en un comunicado que Rumanía «está en guerra contra la peste porcina en una superficie de casi 1.400 kilómetros en la frontera oriental de la UE». Desde principios de este año, añade, los focos se han multiplicado en regiones fronterizas con Ucrania, como la del Delta del Danubio.
Los primeros casos se confirmaron en agosto de 2017, pero su número se ha disparado desde el pasado mes de junio, en el que se confirmaron brotes en localidades próximas a Bulgaria.
En ese mes se sacrificaron 1.750 cerdos en corrales privados y se comenzó hacer lo mismo con los 44.580 de una granja comercial ubicada en la provincia de Tulcea, al sureste del país, en la frontera con Ucrania.
Bruselas anuncia ayuda
En la reunión del Consejo Agrícola del pasado 16 de julio, el ministro de Agricultura rumano pidió el apoyo de los Estados miembros para que se pongan en marcha medidas excepcionales y la ayuda financiera de la UE con el fin de ayudar a los productores de porcino de las regiones de su país afectadas por la peste porcina africana. Apuntó que en menos de dos meses se han declarado focos en 300 pequeñas granjas.
El comisario europeo de Sanidad, Vytenis Andriukaitis, señaló que «es muy importante que las autoridades rumanas apliquen medidas excepcionales. Algunos focos se encuentran a menos de 200 kilómetros de una zona de gran concentración de explotaciones porcinas».
La Comisión está dispuesta a seguir ayudando a Rumanía y a proporcionar la asistencia técnica y financiera adicional que necesiten las autoridades veterinarias, señaló el comisario. Según él, también es imperativo controlar cualquier propagación provocada por humanos, derivada del comercio de carne barata procedente de Ucrania y Moldavia y de la posible comercialización ilegal de cerdos vivos. «El control de estos aspectos -dijo- es crucial para evitar nuevos ‘saltos’ de la enfermedad hacia el resto de la Unión».
Compensaciones por los animales muertos
Las autoridades rumanas consideran que las medidas deben adoptar la forma de compensaciones por los animales muertos o sacrificados por brotes, por las pérdidas derivadas del cese de la producción porcina durante un período específico, por los productos animales destruidos o por las pérdidas de los ganaderos debido a precios más bajos.
