Rusia, el mayor exportador mundial de trigo, informó el pasado viernes que ha reducido la cuota de exportación del cereal un 63% en la segunda mitad de la campaña, a 10,6 millones de toneladas métricas, lo que implica que los envíos se reducirán drásticamente el año próximo.
La cifra coincide en líneas generales con la cuota rusa de 11 millones de toneladas métricas anunciada a finales del mes pasado por la Unión Económica Euroasiática, una asociación comercial de Rusia y otros cuatro países que pertenecieron a la órbita soviética.
El recorte forma parte de las medidas para mejorar la oferta interna y combatir la inflación, que actualmente es del 9,5%.
La cosecha de trigo de este año será de 83 millones de toneladas, según las estimaciones de Rusia
Rusia estima que la cosecha de trigo de este año será de 83 millones de toneladas, frente a los 92,8 millones de 2023. La cuota de la temporada pasada había sido de 29 millones de toneladas.
«La decisión se ha tomado teniendo en cuenta el equilibrio previsto entre la producción y el consumo de cereales en el mercado interior», señaló el Gobierno.
Con la nueva cuota en vigor, la consultora IKAR prevé que las exportaciones rusas de trigo se sitúen en 43,5 millones de toneladas en la actual campaña, menos que los 55,5 millones de toneladas de la campaña 2023/24.
Los analistas habían anticipado el recorte de las cuotas a la luz del elevado ritmo de las exportaciones en los últimos meses y una cosecha peor de lo previsto debido al mal tiempo en la mayoría de las regiones rusas productoras de trigo.
Rusia permite la exportación de grano sin cuotas de julio a enero, la primera mitad de la temporada de exportación, y luego aplica cuotas a unos 260 comerciantes nacionales autorizados a vender grano internacionalmente del 15 de febrero al 30 de junio.
