Mañana se celebra San Miguel. En mi infancia, esta fiesta era muy importante en el campo y en el sector agrario español, porque significaba el final de una campaña o temporada y el comienzo de otro año agrícola. Un ejemplo tan solo: por mi tierra de Ávila y de Castilla y León se utilizaba la expresión «hacer San Miguel» cuando una persona dejaba de trabajar en casa de algún agricultor más fuerte y se iba a la de otro. Hoy, una parte de la importancia se esta fiesta se ha perdido, aunque en algunas provincias se pretende recuperar su significado.
En cualquier caso, en la mente de mucha de la gente del campo, el 29 de septiembre sigue siendo una fecha clave, es como el paso de un año agrícola que termina a otro que comienza. Y no solo eso, porque unas horas después, el 30 de septiembre, finaliza el año hidrológico y el 1 de octubre se inicia en España el nuevo.
Por mi tierra de Ávila y de Castilla y León se utilizaba la expresión «hacer San Miguel» cuando una persona dejaba de trabajar en casa de algún agricultor más fuerte y se iba a la de otro
Y, en esta ocasión, lo hace con una gran parte de España en una grave de situación de falta de agua. La mitad oriental de la Península padece una sequía que se prolonga desde hace varios años, con muchos problemas para la supervivencia de los cultivos permanente, es decir, de los árboles de todo tipo y de las vides, que también se resienten. La cuenca que peor está es la del Segura, muy por debajo del 20 por ciento, casi sin agua. En el caso de Andalucía también se ve afectada la Cuenca del Guadalquivir en su totalidad y, además de la vertiente mediterránea, la atlántica. Se pone de manifiesto, una vez más, que hace falta una política de planificación en materia de agua, que, cada día que pasa, se convierte en un recurso más escaso.
Ya no es un problema exclusivo de España, porque también se da esta situación de sequía en otros Estados miembros de la UE, como Francia, Italia, Grecia o Malta, por no hacer la relación exhaustiva. Y esto nos lleva a otro grave problema: la falta de una política eficaz de gestión de los riesgos en la Unión Europea (UE): cada vez son más frecuentes las sequías, las inundaciones (como las últimas del centro y del este de Europa), las crisis de mercados por guerras o por otros acontecimientos, mientras la PAC no dispone de instrumentos eficaces para afrontarlos.
Buscar un nuevo modelo será una de las tareas más importantes del futuro comisario de Agricultura, que está preparando su examen ante el Parlamento Europeo. Y es que, este año, la que «hace San Miguel» con un poco de retraso es la Comisión Europea, que cambia. ¡Feliz San Miguel y que haya un buen año agrícola y climatológico!
