Las lluvias han aliviado un poco los temores en el campo sobre las próximas cosechas, pero los agricultores siguen preocupados por el impacto que hayan podido tener la sequía y las temperaturas del pasado otoño y el invierno actual.
Así lo han expresado desde las diferentes organizaciones agrarias, que han explicado que la preocupación es mayor en zonas como Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad Valenciana o parte de Andalucía.
Por cultivos, hay expectación por el efecto en cereales, olivar, frutas de hueso o almendro.
Según ASAJA, COAG y UPA, el temor varía también según la cuenca hidrográfica a la que pertenezca la explotación, porque la necesidad de agua va a repercutir en los planes de riego, especialmente en las del Segura, Júcar o Tajo.
Desde ASAJA han reconocido, no obstante, que el panorama es menos negativo que el previsto antes de Navidad, porque en algunas zonas «ha caído bastante agua», como en Castilla y León, salvo en el sur de esta autonomía.
Pero, según la organización agraria, hay parcelas que estaban «muy mal» y ahora queda la expectación entre los productores de herbáceos como los cereales, pendientes de saber el porcentaje de semilla que está bien y el alcance que tendrá la falta de agua.
Por su parte, desde COAG Murcia han señalado que en esta región y en provincias como Almería o Alicante, la situación es «peor» que antes de las fiestas navideñas, porque a la falta de precipitaciones se han unido los días de viento y las temperaturas excesivas.
Según la UPA, las últimas lluvias y nevadas han sido positivas, «pero la situación de emergencia no está resuelta», ya que la carencia de agua «es grande y se notarán sus efectos» en el olivar o herbáceos.