Por primera vez desde que se dispone de estadísticas, el número de personas que pasan hambre en el mundo es inferior a los 800 millones, según el último informe de la FAO.
En concreto, actualmente hay unos 795 millones de personas subalimentadas, una cifra muy elevada aunque son unos 167 millones menos que hace una década.
La estabilidad política, el crecimiento económico inclusivo, las inversiones agrícolas y la protección social son los factores que han contribuido a ello.
El mayor descenso se ha logrado en Asia Central mientras que el Africa subsahariana es la región donde el problema es más persistente. Allí, casi una de cada cuatro personas pasa hambre.
A la vista de esta evolución, el director general de la FAO considera que el objetivo de “hambre cero” es posible y ha pedido compromiso político para lograrlo.
