La DANA ha provocado, lo primero, daños personales y, luego, importantes
perjuicios económicos de todo tipo, especialmente en la provincia de Toledo y
en Madrid. Dice el refrán que “nunca llueve a gusto de todos” y en esta ocasión
así ha sido. En unos casos la lluvia ha resultado beneficiosa y ha servido para
paliar los efectos de la sequía, mientras que en otros ha causado daños en
infraestructuras, viviendas, naves agrícolas y ganaderas, muertes de animales
y pérdida de cultivos y cosechas.
Aseguran los expertos que fenómenos como el que vivimos el domingo y lunes pasados van a ser más frecuentes y más intensos. Tanto si es así, como si no, lo que está claro es que hace falta un sistema de seguros agrarios potente y atractivo para la mayoría de agricultores y ganaderos. El actual, basado en el monopolio de hecho de Agroseguro, hace
agua por muchos lados. El olivar es una de las producciones más importantes
en España y hay que preguntarse ¿a qué se debe el bajo nivel de
aseguramiento en este sector, inferior al 10 por ciento de la superficie? Es tan
solo un ejemplo.
Por otro lado, se multiplican las quejas por los retrasos y las imposiciones en las peritaciones; además, Agroseguro pretende aplicar subidas en las primas y recortes en las coberturas en todas las líneas, con el visto bueno de Luis Planas y sus mariachis, que miran para otro lado, del Consorcio de Compensación de Seguros y de la Dirección General de Seguros. Desde luego ese no es el camino para hacer atractivo el seguro agrario, pero, por lo que se ve, a Planas, plim.
Y, para atractivos, los ingresos de Luis Planas, según su Declaración de Bienes presentada en el Congreso de los Diputados. Si tienen bolígrafo a mano o la calculadora del teléfono apunten: su sueldo como ministro en 2022, trienios incluidos, fue de 80.701 euros. Y ahora viene lo llamativo, siendo ministro, aunque sea en funciones, cobra, no una, sino dos pensiones.
La primera es una “pensión de la Comisión Europea” y ascendió a 45.477,42 euros en 2022; el segundo instrumento se denomina “fondo voluntario pensiones del
Parlamento Europeo”, por el que percibió 18.496,94 euros, lo que da una
cantidad total de 63.973 euros en pensiones; o sea, 5.331 euros al mes, casi el
doble de la pensión máxima española, que es incompatible con seguir
trabajando. Pero, en el caso de Luis Planas, no se aplica esto porque las
pensiones son de Instituciones de la UE, mientras que su sueldo se lo paga el
Estado español. No está nada mal.
Entre unas cosas y otras, sus ingresos totales (una parte de ellos con cargo a los impuestos de todos) el año pasado ascendieron a más de 144.000 euros y pagó por IRPF 26.468 euros. Son datos de su Declaración de Bienes que se ha conocido esta semana, que tienen
carácter público y se pueden consultar por cualquiera. Vistos sus ingresos, podía ser un poco más diligente en su trabajo y, por ejemplo, ocuparse de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, que trae de cabeza a los ganaderos españoles de vacuno desde hace más de diez meses, sin que el ministro de Agricultura, ahora en funciones, se haya dignado convocar una reunión para abordar el problema. A estos efectos sigue desaparecido.
