La presidencia polaca del Consejo de la UE insiste en desbloquear la cuestión de las nuevas técnicas de selección genómica (NTG). Dado que el tema de las patentes parece ser el principal problema, propone un nuevo compromiso que permitiría patentar todas las variedades, incluidas las de categoría 1.
Tras un primer intento de desbloquear la cuestión de las plantas obtenidas mediante nuevas técnicas de selección genómicas, introduciendo un complejo sistema con dos subcategorías de variedades (patentadas y no patentadas), la presidencia polaca del Consejo ha vuelto un mes más tarde con una solución más sencilla pero más radical: autorizar las patentes para todas las variedades, incluidas las de categoría 1 (es decir, aquellas que se considerarían equivalentes a las variedades convencionales y, por tanto, están exentas de las obligaciones de la directiva sobre organismos modificados genéticamente).
Los expertos de los Estados miembros tenían previsto debatir este nuevo proyecto de texto en un grupo de trabajo celebrado el 14 de febrero. En él se afirma que «la existencia de protección mediante patente no afecta a la concesión del estatus de NTG de categoría 1, que se basa únicamente en criterios de equivalencia científica».
La presidencia pide también a la Comisión que publique unas directrices para ayudar a los operadores, en particular a los obtentores, a orientarse en el ámbito de la propiedad intelectual de las plantas.
La ONG Testbiotech ha advertido en un comunicado que “las empresas no tendrían que renunciar a sus patentes, sino simplemente facilitar información sobre ellas”. “Esto va en contra de la propuesta del Parlamento Europeo de prohibir las patentes de plantas NTG”, subraya la organización, que teme una “monopolización de las semillas” por parte de grandes grupos.
Sin posibilidad de restricciones nacionales
En respuesta a estas preocupaciones, la presidencia polaca afirma que Bruselas también tendrá que llevar a cabo un estudio sobre el impacto que las patentes de plantas, y las prácticas de concesión de licencias y transparencia relacionadas, pueden tener en la innovación en la selección vegetal, en el acceso de los obtentores al material y a las técnicas genéticas, en la disponibilidad de material de reproducción de las plantas para los agricultores y en la competitividad general del sector de selección vegetal de la UE. El primer informe deberá presentarse un año después de la entrada en vigor del reglamento.
Posteriormente, como muy pronto cuatro años y como muy tarde seis años después de la publicación de este primer informe, debería presentar otro estudio. Después podría presentarse una propuesta legislativa, si fuera necesario, para abordar los problemas detectados, como impactos negativos en los obtentores o en los agricultores.
En comparación con el primer compromiso que presentó en enero, Polonia también ha abandonado la idea de permitir a los Estados miembros prohibir el cultivo de variedades NTG de categoría 1 en su territorio.